La tremenda crisis política en Grecia no encuentra respiro.En el día de ayer, una manifestación se llevaba a cabo en el marco de una huelga general que, por tercera vez en lo que va del año, paraliza a todo el país. No hay transporte ni servicios públicos, ni bancos, ni comercios y en los hospitales estatales sólo se atienden las urgencias.
El gobierno prohibió el tránsito para que la policía tratase de llevar a cabo un operativo destinado a permitir a los diputados accedieran en auto al Parlamento, donde estaba previsto que se debata un nuevo plan de ajuste.
Pero se encontraron con el pueblo en la calle. Frente a ello, la Policía reprimió y los manifestantes respondieron.Más de 5.000 policías montaron vallas alrededor del Congreso para tratar de impedir que la movilización antiajuste llegara a la sede del Legislativo antes del debate. El enfrentamiento comenzó cuando se derribó un vallado.
«Nos siguen pidiendo que demos más. Ahora, otra vez, van a cortar nuestros salarios y premios, pese a lo poco que nos queda»; en referencia al paquete que el gobierno pretende aprobar (medidas “de austeridad”, le dicen) de 2012 a 2015 con un recorte de gastos de unos 28 mil millones de dólares.
La burguesía aprieta diciendo que “si las medidas no se aprueban, Grecia no recibirá el préstamo de 110.000 millones de euros concedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE)”. Lo que incluye además un plan de privatizaciones por 50.000 millones de euros. Cualquier parecido con la realidad que padecimos por estas tierras es pura coincidencia…
Como vemos, la moneda está en el aire y los pueblos del mundo ya se han echado a andar. Las experiencias de movilización, que se están dando en todo el planeta se van contagiando. Aunque muchas movilizaciones sean silenciadas, no pueden ocultar que en ellas se expresan oposiciones radicales a los negociados del capital monopolista y sus gobiernos.
Como ya lo dijimos: la lucha de los pueblos del mundo hace crujir todo el andamiaje institucional de la burguesía a nivel planetario; reaccionan violentamente porque le temen a los pueblos que desnudan la verdadera cara, brutal e inhumana del capitalismo.