Los alemanes, es decir los grupos monopólicos que incluyen la banca y la industria de ese país, no están dispuestas a realizar un rescate de Grecia si en el mismo no participan sectores de la banca “privada” de Europa.
Francia apura el trámite, quiere una reunión para hoy viernes y desembolsar 115.000 millones de euros temiendo que la mancha se desparrame por España, Italia y resto de Europa.
El FMI y Holanda de acuerdo con Alemania, Inglaterra sin Euro, preocupada por el contagio y así una cadena de enredos que incluye al propio EEUU, amenazando con una cesación de pagos.
Mientras esto sucede por los procesos de crisis políticas de la oligarquía financiera, los pueblos europeos siguen metiendo presión.
El pueblo alemán comienza a expresar su desencanto, no quieren pagar las crisis del resto de Europa y no quieren saber de nada con la banca Alemana. Las exigencias de los pueblos como Grecia, Portugal, España e Italia se encuentran en un estado deliberativo, de movilización y protesta generalizadas, mientras que en Francia la amenaza del resurgimiento de los movimientos juveniles que año tras año vienen poniendo en jaque a los sucesivos gobiernos, condicionan las respuestas políticas que el poder monopólico debería dar minuto a minuto.
No hay acuerdo por arriba, pero hay acuerdo por abajo, las consignas por una vida digna dejan de ser patrimonio de los pueblos de países subdesarrollados, los procesos de concentración ya impuestos por la realidad no encuentran sus expresiones políticas adecuadas a favor de la oligarquía financiera, están sentados sobre polvorines de contradicciones interburguesas y un mar de luchas populares que le van poniendo el aliento en la nuca, colocando vallas a los atropellos que intentarán en la desesperación de sus crisis.