El gobernador y la ministra de Desarrollo Social del Chaco, salen a través de los medios de comunicación –de la burguesía, obviamente-, a “jugar” a que son el héroe y la heroína de los pobres. Arguyen inconsistentemente “con las tarjetas alimentarias –de $80 miserables pesos-, los bolsines y unidades de seguimiento nutricional –las cuales están conformadas en su mayoría por personal que presta servicio en negro para este Estado y de los cuales la mayoría cobra entre $800 y $1800 y los menos, contratados “amigos del gobierno de turno” que cobran entre $3000 y $5000, toda gente que para hacer este trabajo en terreno del cual se jactan los funcionarios, debieran utilizar los vehículos del Estado que por supuesto nunca están disponibles para los trabajadores y el pueblo en ninguno de los estamentos porque de hecho los están utilizando alguno de los “héroes” para estrictos fines personales – en fin, mienten públicamente fundándose en estos tres absurdos para “garantizar” una falsa reducción de la pobreza.
Evidentemente, cuando estos administradores de la burguesía vociferan esta falsa reducción de la pobreza en la provincia, no cuentan a los veintitrés mil –cifra en constante ascenso a pesar de las leyes y decretos medievales que diariamente fabrican estos maquiavélicos tipos/as-, trabajadores en negro de los cuales, con seguridad, alrededor de 20500 seres humanos cobran menos de $2000.
Tampoco cuentan a las grandes mayorías de obreros industriales, que cobran entre $2500 y $3000.
Y si los seres humanos antes mencionados, no existen para estos “héroes estadistas”, ni hablar entonces de las miles y miles de familias chaqueñas que sobreviven con asignaciones familiares de –en los “mejores” casos- menos de $1500 más “changas” o trabajo doméstico informal.
En fin, si miramos con lupa – aunque siempre a ojo, dado que no estudiamos en la universidad de Chicago-, los trabajadores chaqueños y todo el pueblo, sabemos perfectamente qué es lo que nos une como clase:1) todos esos miserables salarios o dinero absolutamente relativo que ingresa a los hogares chaqueños y que nos implica cada vez más horas de trabajo lejos de nuestras familias. 2) Lo insignificante de nuestros ingresos al lado de lo que nos cuesta comer hoy por hoy, al lado de lo que cuesta la famosa canasta familiar ($7000 “por las patas”).
En definitiva, lo único que garantizan el gobierno, sus corporaciones sindicales, sus corporaciones financieras (Fiduciaria del Norte), y todas las corporaciones y monopolios para los cuales realizan eficientes y eficaces administraciones, es la superexplotación y la pobreza de cada vez más chaqueños.
Pero, tanto el gobernador como la ministra mencionada manifiestan en determinados discursos y en muchas persecuciones políticas en los distintos estamentos que les competen –o sea en todos-, la debilidad que atañe a la burguesía en el mundo.
En Desarrollo social, en salud pública, en las escuelas, en pequeñas y grandes fábricas y muchos sectores más de la sociedad chaqueña, existen grupos de trabajadores -y gente del pueblo en general- AUTOCONVOCADOS.
Existen en este momento muchas organizaciones autoconvocados que estamos buscando confluir cada pequeña y constante movilización en un estado de movilización popular, que les va a resultar incontenible a estos parásitos del pueblo y a la políticamente débil burguesía.