Siempre es importante reafirmar la profunda crisis política que sufren la oligarquía financiera y su gobierno a partir del avance de la lucha de clases en nuestro país.
Aunque los medios masivos de comunicación nos quieran vender que “aquí no pasa nada” y hagan lo imposible por ocultar las enormes cantidades de conflictos obreros y populares que ocurren en todos los rincones del país, el sol no se puede tapar con la mano.
En estos últimos meses una avalancha de conflictos, que en su mayoría son por motivos salariales, vuelven a dar golpe tras golpe a la oligarquía financiera y al gobierno. En la Patagonia de nuestro país, para dar un ejemplo, las huelgas, los cortes de ruta y las movilizaciones de trabajadores hacen temblar las millonarias ganancias y los proyectos de negocios de los monopolios.
Los anuncios oficiales de Repsol desde su sede de Madrid, son una muestra clara de que la lucha de clases en la Argentina está en ascenso. Preocupada, la empresa petrolera que controla la mayor parte accionaria de YPF, informó en un comunicado, al presentar los resultados a la Bolsa de Madrid, que: “La paralización parcial de actividad en Argentina por huelgas, ya finalizadas, y la suspensión de la producción en Libia” fueron los dos factores que definieron la merma en los resultados del período abril/junio de este año. Los beneficios netos de la compañía resultaron, en el segundo trimestre de este año, 10,9 por ciento inferiores a los de igual período del año pasado.
El anuncio de Repsol-YPF, está referido a las contundentes huelgas de los trabajadores petroleros que, con unidad y decisión, han logrado enormes conquistas, fundamentalmente en Santa Cruz y Chubut, tanto en el terreno reivindicativo como en el terreno político. Este hecho es una nueva demostración de la posibilidad material que tenemos la clase obrera y el pueblo de hacer retroceder los planes monopólicos del gobierno con la lucha y de golpear efectivamente a nuestro enemigo de clase.
Como era de esperar, los medios de comunicación dan la noticia, pero no como un triunfo de la clase obrera y el pueblo, si no como una alarma por el impacto que podría causar en las futuras inversiones de las empresas extranjeras en nuestro país, obviamente avalando la política del gobierno en pos del saqueo de nuestros recursos naturales y la explotación a la clase obrera Argentina.
Pero desde la mirada revolucionaria, es un acontecimiento más para destacar la importancia de la lucha, el triunfo, el avance del movimiento revolucionario y el retroceso de los planes de los monopolios. Nuevamente volvemos a reafirmar que el camino hacia la revolución está en marcha.