Pasaron más de 20 años del desmantelamiento de esta organización de control y contención social de la burguesía, por decisión política de las -en aquel entonces- nuevas empresas monopólicas que se hacían dueñas de los recursos petroleros de la zona y la ejecución del entonces gobernador provincial Néstor Kirchner.
Fuera de contexto, a la luz de la experiencia realizada durante las últimas décadas por los trabajadores y pueblos de la región, la burguesía ha desempolvado del museo paleontológico esta vieja, decadente y primitiva herramienta, con las claras intenciones de domar o al menos encorsetar la incontenible lucha de los trabajadores petroleros, docentes y mineros.
En todos estos años, en el fogueo de la lucha de clases, el pueblo trabajador ha desarrollado nuevas y eficientes formas de lucha, ha probado el sabor de la victoria, ha constituido nuevas formas de organización basadas en la democracia directa con las que a descubierto y probado la fuerza que otorga la unidad con el pueblo. Se han construido sus nuevos líderes, allí, en la toma y barricadas, en la lucha contra la soberbia empresarial y política del Estado y sus fuerzas represivas.
Por todo esto decimos que han llegado varios años tarde con su iniciativa de claro contenido contrarrevolucionario. Hoy los pueblos y los trabajadores de la región son una parte fundamental de ese movimiento revolucionario que más temprano que tarde terminará con el reinado de la burguesía monopolista.