Son incontables los acontecimientos que ocurren a diario y que dejan al desnudo el desprecio que el gobierno de los monopolios tiene con los trabajadores y el pueblo, pero hay algunos hechos que son verdaderamente repulsivos y que no pueden dejarse pasar.
En el día de ayer, y a caballo de la descomunal producción automotriz que existe en nuestro país (una de las bases del famoso “modelo”), la presidenta Kirchner fue la protagonista principal de la fiesta organizada por Mercedes Benz, en la planta que la empresa posee en Virrey del Pino, partido de La Matanza, a propósito de cumplirse 60 años de que la multinacional explota a sus obreros en nuestro país.
A tono con el reciente discurso que diera en Tecnópolis, a propósito del agasajo de la UIA, en donde la presidenta no ahorró elogios y dijo que “no conocía intereses más confluyentes que los de los trabajadores y los empresarios industriales”, esta vez también dejó bien en claro cuáles son las motivaciones de su gobierno.
Cuando la presidenta dijo ayer en la fiesta de la Mercedes Benz que “desde 2003 los obreros volvieron a protagonizar junto a la empresa y la producción, la vida política, económica y social del país”, ¿No recuerda que la Mercedes Benz tiene causas judiciales en EE.UU y Europa por la desaparición de 14 trabajadores, en las que están directamente implicados el responsable de producción de la fábrica durante la dictadura, Juan Rolando Tasselkraut, el ex ministro de Trabajo de Isabel Perón, Carlos Ruckauf y el gremialista del Smata, José Rodríguez?
Cuando la presidenta dijo ayer en la fiesta de la Mercedes Benz que“mi corazón está para siempre junto a los obreros y siempre va a estar allí, porque son los que más necesitan de la mano tendida”, ¿No recuerda que la Mercedes Benz (como tantas otras) tiene todo tipo de antecedentes de “colaboración” con regímenes represivos y violadores de los derechos humanos, que utilizó el trabajo forzado de cerca de 50.000 prisioneros de guerra y presos de los campos de concentración ofrecidos por el régimen nazi, o que tampoco dudó en Sudáfrica en entregar a las fuerzas de seguridad en bandeja a sus propios trabajadores con “tendencias críticas o rebeldes”?
Cuando la presidenta dijo ayer en la fiesta de la Mercedes Benz que “esto habla del empuje, la producción y el trabajo argentino”, ¿No recuerda que en unos de los testimonios que están en los expedientes del juicio, uno de los trabajadores denuncia que “a mí me llevaron de adentro de la Mercedes Benz, la empresa entregaba las direcciones de los compañeros”?
Cuando la presidenta dijo ayer en la fiesta de la Mercedes Benz que “tengamos memoria para no equivocarnos, todos juntos los argentinos debemos seguir perdurando en este esfuerzo de crecimiento e integración nacional”, ¿No recuerda que está totalmente comprobado que Mercedes Benz participó junto a los personeros de la dictadura militar y las fuerzas policiales en el secuestro, la tortura, la detención y el asesinato de los trabajadores, y que en las sentencias se señala con nombre y apellido a Rubén Lavallén, jefe de seguridad de la planta de González Catán y comisario apropiador de la primera nieta recuperada, Paula Logares?
Cuando la presidenta dijo ayer en la fiesta de la Mercedes Benz que“el capital financiero es necesario para financiar la producción, abrir fábricas, dar créditos a los obreros y a los empresarios”, ¿No recuerda que nunca se pusieron en duda estos hechos (a lo sumo la jurisdicción para juzgarlos), además de que las subsidiarias en todo el mundo son dependientes de la casa central (que es la que toma las decisiones) y que los gerentes de la empresa promovieron la masacre en pos de sus ganancias?
Señora presidenta, por si no lo recuerda, los compañeros trabajadores desaparecidos de la planta que la Mercedes Benz tenía en González Catán-Argentina tienen nombre y apellido y son: son Rubén Oscar Caddeo, José Antonio Vizzini, Miguel Grieco, Esteban Alfredo Reimer, Victor Hugo Ventura, Carlos Adolfo Cienciala, Oscar Alberto Alvarez Bauman, Fernando Omar Del Conte, Héctor Alberto Belmonte, Alberto Gigena, Diego Eustaquio Noez, Jorge Alberto Leichner, Juan José Mosquera y Alberto Francisco Arenas. El primero desapareció el 5 de abril de 1976 y el último el 19 de agosto de 1977. A Juan José Martin, Alfredo Martin y Héctor Ratto se los llevaron desde la misma planta, pero fueron liberados tiempo después.
Señora presidenta, muy decorado su festejo y el de su gobierno, pero quizás, la síntesis de todo lo ocurrido ayer, la pudimos escuchar en voz de un trabajador de la Mercedes Benz, luego de ver toda esa vergonzosa e indignante puesta en escena que todos ustedes montaron, cuando dijo: “esta yegua tendría que lavarse la boca antes de hablar de los intereses de los trabajadores”.
Señora presidenta, mal que le pese, los trabajadores, de verdad, no olvidamos.