(Este es el texto de una carta remitida por un obrero de Danone) «¡Una experiencia nueva! ¡Una sensación diferente, que no encuentro las palabras para explicarla! Cada vez me convenzo más de que las masas tienen el poder cuando se lo proponen, siempre y cuando tengan dirección política revolucionaria, que está presente y en espiral ascendente con un sentido sin retorno.
Ver a los compañeros que están dispuestos a la lucha potencia la fuerza entre sí de todos los trabajadores. Fuerza: que explotó la bronca de todos hasta, inclusive, de algunos contrarios. Bronca: claramente con un solo objetivo, muy claro y genuino, que es la lucha contra la injusticia con tanta impunidad con la que se moviliza el sindicato=empresa que no tiene escrúpulos.
Se nota a simple vista en los pasillos de la fábrica cómo el sindicato con luz verde y sin frenos se desenvuelve impunemente de la mano de la empresa, organiza a sus patotas, dejando en evidencia la real mafia sindical que lo único que les importa es engordar su bolsillo.
Me cuesta razonar cómo la contra (los que alguna vez trabajaron) son tan patronales, palabra que ellos mencionan todo el tiempo y creen que los verdaderos trabajadores no se dan cuenta del rol que cumplen, dan asco y vergüenza ajena ver cómo defienden a la burguesía.
¡Un lucha más ganada, varios pasos dados! En un camino que, como dije al principio, va en ascenso y marca una tendencia que, me animo a decir, revolucionaria, propia de los trabajadores que estamos cansados del maldito capitalismo que nos usa, manosea y descarta cuando quiere.
Hoy quedó demostrado que si ellos tiran de la soga, nosotros tiramos más fuerte, y cada movimiento que quieran hacer lo van a pensar dos veces.
Una batalla más, ¡un triunfo nuevo! que pone a los trabajadores en un estado de ánimo nunca antes visto, y nos predispone a la lucha material y concreta hoy, más que nunca, con objetivos claros y reales.
Me quedo con el triunfo, que se afirmó en mí cuando escuché a uno de los mulos sindicales decir: “nos vamos primero!!!”