En todas sus intervenciones discursivas la presidenta habla de profundizar “la lucha” por mejorar las condiciones de los que menos tienen.Desde escenarios aparentemente diferentes, los candidatos presidenciales de diversos colores políticos nos dicen en forma escalonada que “debemos luchar por más seguridad”, “por mejor educación”, “por un sueldo acorde a la canasta familiar”, “por mejores condiciones de vida”.Ahora, todos estos señores que nos invitan a luchar son los que nos han gobernado todo este tiempo desde hace varias décadas.Son todos representantes de la burguesía que los ha impulsado con su dinero apoyando las campañas electorales que los encumbraron en cargos en el Estado ya sean ejecutivos, o legislativos. Pero todos, son pertenecientes a la maquinaria del mismo Estado que recauda dinero y lo distribuye a la misma burguesía para sus negocios en contra de las posibilidades del pueblo que no puede así mejorar su situación.Sin embargo no pierden oportunidad para decir que “aún falta”, “que se ha logrado mucho pero que debemos seguir luchando para mejorar”, o bien que “por el camino actual no mejoraremos nada y que hay que avanzar en la lucha por otro lado”.La presidenta nos habla de lucha, los gobernadores nos hablan de lucha, los legisladores, los jefes policiales, los gendarmes, los jueces, los empresarios de las multinacionales y sus gerentes sindicales.
Pero, ¿de qué lucha nos hablan?
¿No son ellos precisamente los que tienen las llaves para decidir?
¿Quiénes deciden en nuestro país, sino son los dueños de las grandes corporaciones, los presidentes que siguen sus indicaciones, los gobernadores, los jueces, los jefes policiales, los dueños de los negocios…?
¿Contra quién nos invitan a luchar?
Sin embargo cuando las luchas reales les quitan el sueño y ponen en peligro las ganancias de sus negocios, enfrentan al pueblo que lucha y tratan de acallarlo.
Allí se acaban todos los llamados a la lucha. No hay que enfrentarse nos dicen. “Viva la paz social que es la que nos permite seguir haciendo los negocios”.
Es que las luchas son patrimonio exclusivo de los trabajadores y el pueblo en general que precisamente confrontamos contra toda esta lacra que conforma la clase en el poder.
El cinismo y las mentiras cada vez están más expuestos a los ojos de la gente que sufrimos la consecuencias de las políticas de la burguesía.
La lucha, la movilización y la conquista es la expresión de la dignidad que los hace retroceder. Con esa actitud que venimos sosteniendo como pueblo, no sólo pisarán el palito sino que se convertirán en cadáveres políticos que no volverán de su muerte.