En la Argentina, al igual que en el resto del mundo, la inflación y los ajustes son políticas de Estados con el objetivo de devaluar los salarios y el poder adquisitivo de los trabajadores. Frente a la crisis estructural del capitalismo a nivel global, la oligarquía financiera en el mundo, a pergeñado una serie de paquetes de ajustes económicos dirigidos a los pueblos del mundo, a sabiendas que el resultado directo significa, más recrudecimiento de la lucha de clases.
Este sería el aspecto fundamental de la crisis, ya que en medio de las crecientes movilizaciones en el mundo, los gobiernos de los diferentes Estados necesitan implementar los planes económicos, y aunque oculten la verdadera esencia, así es como sucedieron las renuncias de los primeros ministros de Italia y Grecia, donde frente a la imposibilidad de avanzar en los planes económicos, la lucha de clases los arrinconó hasta el agotamiento político.
En esta última semana, en diferentes países de Europa se han anunciado a la vez, diferentes medidas de ajuste al pueblo, con los que pretenden resolver las crisis económicas sobre la base del empobrecimiento de los pueblos y, fundamentalmente, claro está, en definitiva a donde apuntan es a achicar los salarios de los trabajadores.
EN LA ARGENTINA
En este mismo sentido, nuestro gobierno también responde a las necesidades de la oligarquía financiera mundial y por lo tanto pretenderá avanzar sobre el achatamiento de nuestros salarios con más inflación y más ajustes.
Durante estos últimos días, nos han bombardeado desde todos los medios de comunicación, sobre el posible aumento de las tarifas, con el cuento de los subsidios. Con una gran subestimación hacia el pueblo nos quieren convencer que el aumento de las tarifas, en realidad nos beneficia, ya que pagamos más, pero de esa manera el país crece. Ellos llaman la quita de subsidio a lo que en realidad es el intento por aumentar las tarifas, como está planteado en notas anteriores de esta página (ver nota del 08/11/2011).
Esta “quita de subsidios” en el gas, la luz, el agua y el transporte, significaría aumentos a gran escala frente a al reducido poder adquisitivo de los argentinos. Para tener una idea del significado, en Buenos Aires, llevarían el costo del subte de $1,10 a $3,45. Mientras que el del colectivo se elevaría desde $1,25 a $4,78.
Permanentemente, a través de los spots publicitarios de la presidencia de la nación, nos quieren vender el supuesto crecimiento del país y de forma contradictoria, descaradamente anuncian tras el boletín oficial del INDEC que si una familia tipo de 4 integrantes percibe un ingreso de $1.373, deja de ser pobre, en tanto que la canasta básica alimentaria sería de $ 623, lo cual significaría que con $5 por persona, por día, estaría resuelta su alimentación. ¿De qué tipo de crecimiento hablan entonces?
El aumento de tarifas y la inflación, como ya dijimos, apuntan directamente al achicamiento del salario de los trabajadores. Y al igual que en el resto de los países del mundo, está claramente demostrado que el capitalismo tiene como única vía, el hundimiento de los pueblos a la mayor pobreza y explotación, y que se hace de forma cada vez más urgente la revolución de los pueblos y la construcción de un nuevo Estado socialista.