La Presidenta continúa su maratón de discursos a troche y moche. “Pero muchachos si nunca ganaron tanto como en estos años!”, le dice a los empresarios; “Ahora pueden llegar al 0 km!”, nos dice a los trabajadores. “No nos boicoteen”!, reclama a unos y a otros.
En el año 2003, cuando asume el gobierno de Kirchner, las utilidades de las empresas giradas al exterior fue de U$S 633 millones. Esta cifra llegó a U$S 7.182 millones en 2010. En el primer semestre de este año, las empresas giraron al exterior dividendos por u$s 2.009 millones, según el Balance Cambiario del Banco Central. Los bancos remitieron utilidades por u$s 403 millones; las petroleras, u$s 301 millones; la industria química, u$s 221 millones; el sector de comunicaciones, u$s 217 millones y el de alimentos, u$s 185 millones.
El sueldo promedio de los trabajadores en blanco es de $ 4.500, pero si se hace el promedio considerando a los más de 5 millones de trabajadores en negro, la suma baja a $ 3.200. Está claro que no todos ganamos “con el proyecto nacional y popular.”
Los llamados desesperados a la “convivencia” que realiza el gobierno, son un intento de frenar lo que no se puede frenar; la lucha de clases tomará nuevos impulsos en el medio del ajuste que está preparando el gobierno, y que no sabe como presentar sabiendo que el mismo ya genera el rechazo de toda la población. Las tasas municipales ya han aumentado un 30%, mientras se nos quiere convencer que no pidamos más del 18% de aumento en las próximas paritarias.
El voluntarismo presidencial sólo apunta a abrir el paraguas ante lo que se viene, que es más lucha y más demandas por parte de la clase obrera y el pueblo. Significa también un chantaje abierto a querer condicionar nuestros reclamos cuando todos estos años las ganancias de los monopolios han sido multimillonarias, mientras los trabajadores y el pueblo nos hemos empobrecido.
No hay mesura que valga cuando la desmesura de la burguesía monopolista nos muestra sus números extraordinarios, que han sido posible sobre la explotación y la vida de millones de trabajadores argentinos.