Un compañero de la empresa P&G, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, nos hizo un relato detallado del conflicto en curso.
“El reclamo empieza el día 16/11. Se realizan asambleas por turno que resuelven luchar por el bono de fin de año y la modificación del convenio empresa (vencido hace 1 año) en los plus de las rotaciones 4×4 y 4×3 y garantizar los remises de las lactantes. Allí, se le da una semana de plazo a la empresa hasta las 14 hs. del miércoles 23/11.
Ese día, a las 14 hs., ante la respuesta negativa de la empresa, comienza el paro y la asamblea permanente. La empresa se niega a negociar y certifica mediante escribano que la gente no está presente en sus puestos de trabajo para radicar una denuncia por paro ilegal en el Ministerio de Trabajo de Pilar. Al otro día, el 24/11, las sucesivas asambleas por turno ratifican la medida. Al mediodía se llama a una audiencia al Ministerio de Trabajo pero la patronal exige la reanudación del trabajo para mejorar las condiciones de negociación. Se mantiene la medida. A las 18 hs., ante la caída de la audiencia, se continúa con la medida.
El día 25/11 la medida de fuerza continúa. La empresa dice estar dispuesta a negociar si se reanuda el trabajo. La asamblea vota reanudar el trabajo a las 12 hs., pero en estado de alerta de acuerdo al resultado de la negociación. A las 18 hs. la gerencia manda a suspender las tareas y a que se concentre todo el personal para dar un comunicado. El mismo llega 4 horas después en medio del fastidio de toda la gente! ¿Las novedades? Ninguna. Que agradecen la buena voluntad de haber entrado a trabajar pero la empresa no negocia bajo presión. ¿Presión?, ¡pero si se entró a trabajar! Responden: Bueno, igual nos sentimos presionados aunque trabajen. La gente explota y se mantiene la medida.
Al otro día, el sábado 26/11, continúa la medida sin novedades pero los delegados empiezan a darse vuelta, planteando la posibilidad de volver al trabajo. Hay discusiones pero se mantiene el quite de colaboración el domingo y el lunes feriado. El lunes a las 22 hs. entra el turno noche y mantiene la medida.
Ayer martes 29/11, una asamblea general de la casi totalidad de los 3 turnos ratifica el paro y el acampe en la puerta con quema de gomas, reparto de volantes y recorrido del Parque Industrial. Se toma contacto con Atanor también en conflicto. Worldcolor se acerca a traer solidaridad. Se conoce la noticia de que Cristina Kirchner va a asistir a la inauguración de la nueva planta de Nobleza Piccardo. Nos movilizamos hasta allí para llamar la atención. Cristina no viene, pero sí el gobernador Scioli. Se hace un escrache. Mientras tanto, se convoca a otra audiencia en el Ministerio de Trabajo de Pilar en la que la empresa dice que no va a negociar hasta el 1/12 y que hay 25 despidos listos”.
Hasta aquí el relato de los hechos. En el día de hoy, una parte del turno mañana ingresó a la planta y mantiene el paro, mientras que otro conjunto de trabajadores se mantiene afuera junto con los despedidos. Vale resaltar que, una vez más, el gremio en ningún momento apareció en el conflicto, ratificando el papel que el mismo juega como empleado de las gerencias empresariales.
El conflicto llega en un momento en el que las empresas monopolistas y el gobierno nacional a su servicio, han trazado la estrategia de hacer pagar a la clase obrera y al conjunto del pueblo trabajador el ajuste que se viene, para que “su modelo” siga garantizando las fabulosas ganancias logradas en todos estos años.
La lucha de clases siempre mete la cola, y la decisión de los trabajadores se mantiene firme porque está en juego no sólo la lucha por el ingreso y las condiciones laborales, sino también la lucha por una vida digna y porque no queremos ser siempre los que pagamos la fiesta de la burguesía.
En este marco, el faltazo de la Presidenta a la inauguración de la planta de Nobleza en el día de ayer, es un hecho de magnitud política que los trabajadores debemos saber medir, ya que pone blanco sobre negro que, a la hora del conflicto real, el gobierno se saca cualquier careta y deja bien claro para qué lado juega. Y a la vez, ratifica que la fuerza movilizada y en lucha de la clase obrera, ejerciendo la democracia directa y la autoconvocatoria, condiciona y desarma las políticas que apuntan a achatar el salario y el nivel de vida de los argentinos.