La decidida y tenaz lucha de los trabajadores de Procter & Gamble de la planta ubicada en el parque industrial de Pilar, concluida en una primera etapa luego de ocho días de una contundente huelga sin tregua ni respiro para este monstruoso monopolio mundial.
La empresa, en el día de ayer, despidió a 25 trabajadores para tratar de darle un curso al callejón sin salida en el que se encontraba, disfrazando así una situación crítica. Todo esto para que luego el sindicato (que apareció justo hoy), el gobierno (Ministerio de Trabajo) y la empresa, la “santa alianza” de siempre, dictaran una conciliación obligatoria que les diera un lastimoso respiro.
Hoy están los trabajadores reincorporados, se volvió al trabajo y no se renuncia a la lucha. Esto se constituye en un triunfo de los trabajadores de un alcance extraordinario en el actual contexto político de la lucha de clases que estamos atravesando en esta etapa.
La presidenta cacarea que a los trabajadores “nos van a llevar puestos”, pero le tuvieron que avisar que no concurriera a la inauguración de la planta de Nobleza Picardo en el mismo parque industrial de Pilar; todo esto en los umbrales de un ajuste impresionante contra el pueblo; y para colmo, pretendiendo fijar un tope salarial del 18%. ¿Qué cacarea?
El parque industrial de Pilar aglutina hoy a más de 10.000 obreros, que alentaron y convivieron con esta lucha, que están atentos a este ejemplo que se constituye -sin dudas- en una referencia para abrir las compuertas de la unidad de la clase obrera, todo a la luz de los enfrentamientos que se avecinan.
Los trabajadores de P&G han ganado en experiencia y comprendido a importancia de mejorar y profundizar la organización; pero sobre todo, que la lucha cuando se mantiene firme y masiva, es inquebrantable.
Sin vacilaciones ni dudas, los trabajadores son conscientes que esto recién comienza y que en esta pulseada han salido fortalecidos, así como que han debilitado los planes de la burguesía monopólica. Y que a la ya profunda crisis política que padece la burguesía se le suman nuevas y agudas contradicciones que no saben cómo manejar.
Estamos transitando una etapa en donde la clase obrera comienza a tomar la iniciativa.