China, luego del descomunal crecimiento capitalista, donde tras las políticas de estado, innumerables multinacionales se han instalado en ese país, producto de la mano de obra muy barata, hoy es escenario de infinidad de huelgas y movilizaciones populares contra las políticas del gobierno y la desidia capitalista. Estamos hablando del país que tiene la más grande clase obrera del mundo, con más de 100 millones de obreros trabajando en las multinacionales radicadas en ese país.
El capitalismo, no sólo instaló un salario bajo, si no que, además, arrasó con las conquistas sociales logradas en la revolución de 1949, como la salud y la educación gratuitas, las tierras comunales, etc. También creció en forma acelerada la corrupción y la marginalidad. Por otro lado la contaminación ambiental es de gran impacto en el país asiático. El gobierno y los monopolios en China, al igual que en el resto del mundo, como también en nuestro país, han tomado la decisión de llevar adelante medidas de ajustes contra la clase obrera y el pueblo.
Los trabajadores vienen protagonizando grandes huelgas por sus reivindicaciones, y van construyendo nuevas y fuertes organizaciones de bases, a tal punto que el año pasado lograron arrancarle un 30% de aumento salarial al gobierno. En este último mes se generaron varios conflictos de gran importancia. En la empresa taiwanesa de zapatos Pou Chen, representantes de Nike y Adidas, unos siete mil trabajadores salieron a las calles de Dongguan para exigir que la compañía no continúe con la transferencia de su producción al interior de China y a Vietnam, de menores costos laborales. En la histórica Nanjing los recolectores de basura fueron el 16 de noviembre dos días a la huelga en protesta por el salario (dos mil yuanes) y las demoras en implementar un acuerdo laboral previo. El 2 de diciembre último, miles de trabajadores manifestaron frente Hi-P, una empresa tecnológica ubicada en los suburbios de Shangai, contra la decisión de la firma de trasladar la planta a otra provincia, despidiendo previamente a 1.000 empleados . La policía intervino y se generaron enfrentamientos que terminaron con detenidos y varios heridos. En Hi-P se fabrican piezas para productos de Apple, Blackberry y Motorola. También hubo manifestaciones contra la empresa IBM. La ola de manifestaciones y huelgas de obreros y trabajadores chinos también comprende, entre otros, a las sucursales de la cadena de supermercados inglesa Tesco. En Jinhua, provincia oriental de Zhejiang, cientos de empleados salieron ayer a la calle para protestar contra los recortes de personal que decidió la dirección de la firma. Los empleados bloquearon el ingreso a los centros comerciales y gritaron contra la empresa, mostrando carteles donde piden el respeto a sus derechos.
Así es como también se desarrollan las protestas populares. Durante toda la última semana, un conflicto campesino en la localidad de Wukan, pone nervioso al gobierno. Los pobladores de esta localidad costera de 20.000 habitantes acusan a las autoridades locales de haber expropiado sus tierras sin compensación. Las autoridades niegan estas acusaciones y afirman que siguieron el procedimiento legal. A esto se suma que el movimiento de protesta se intensificó cuando los pobladores se enteraron que uno de los representantes que había sido designado para negociar con el gobierno, murió bajo custodia policial. Tal es la crisis política del gobierno que al no poder frenar las movilizaciones, decidió bloquear y aislar al pueblo con más de mil policías.
Esta situación social en China es un ejemplo más del avance de los pueblos del mundo, donde las expectativas de cambio real se acrecientan, y donde la posibilidad de revoluciones socialistas en el mundo cada vez va teniendo más bases materiales. Al igual que en nuestro país se da un hecho en común, que los monopolios y su gobierno pretenden avanzar con los planes de ajuste y explotación e inmediatamente se encuentran con la creciente movilización de la clase obrera y el pueblo.