El año 2011 se cierra con un nuevo triunfo de los trabajadores, ya que tras la rebelión desatada por el pueblo Santacruceño tuvieron que darle marcha atrás a los ajustes en esa provincia. Es así, como tuvieron que posponer la aprobación de las llamadas “leyes de emergencia” que significaban el congelamiento de salarios, eliminación de paritarias, cambio de régimen jubilatorio y reducción del 30 % de las asignaciones previsionales. Esta nueva conquista le imprime un cierre perfecto a una síntesis de la real situación de la lucha de clases en nuestro país, y cómo se desarrolló durante todo el año.
La revolución no tiene ni límites ni fechas. Pero si de algo sirve analizar el desarrollo del año 2011, podemos decir que, por un lado, la oligarquía financiera, a través de su gobierno, pretendió avanzar con sus políticas de ajuste en nuestro país, y se chocaron fuertemente, con la lucha de clases. Y por el otro lado, la clase obrera y el pueblo, avanzaron sin frenos en el terreno de las conquistas. Este movimiento de las masas en un espiral ascendente que fue promoviendo diferentes organizaciones de la clase obrera y el pueblo, es lo que hoy se constituye como base material para la construcción de un nuevo movimiento revolucionario que ya está en marcha en la Argentina.
La lucha económica y reivindicativa va tomando, cada vez más, un carácter político revolucionario. Ya que la clase obrera de nuestro país comenzó a comprender, tras experimentar en la lucha, el potencial de las propias fuerzas a través de las huelgas y la organización, mientras que el pueblo en general, también experimentó la fuerza trascendente de la movilización. Por lo tanto se acrecientan inevitablemente las aspiraciones de las masas a una vida digna, y a un futuro de profundos cambios.
Durante estas últimas tres décadas, los intelectuales de la burguesía incluyendo a todo el diversionismo ideológico tanto de izquierda como de derecha, pretendieron socavar la idea de la revolución socialista como un simple relato de sucesos de los libros de historia. Pero la avanzada del movimiento de masas en nuestro país, vuelve a exigir una salida real contra las injusticias y las políticas capitalistas. Las masas están transitando una época de iniciativas frente a esta situación degradante y es por eso que la revolución, muy lejos de ser una utopía, es hoy una necesidad de los pueblos del mundo.
Por lo tanto, compañeros y compañeras, para este fin de año, brindamos porque la clase obrera y el pueblo están de pie, y porque el nuevo año que comienza será a favor de la lucha de clases.
¡Por un movimiento revolucionario en la Argentina que ponga a los seres humanos en su verdadera esencia como protagonista de la historia por sobre la ganancia capitalista!
¡Por la revolución socialista en la Argentina!