El gobierno, en pleno plan de ver cómo implementa el ajuste, trata de recomponer las riendas del ya iluso 18% de aumento salarial, que ya se le fue al 30%, tratando, por lo menos, que no se le dispare más aún.
El Poder Legislativo se aumentó la “dieta” un100%, lo que pone de manifiesto que la debilidad política del sistema también está explicada con la torpeza con que actúan. Todo hace pensar que el ejercicio de la impunidad practicado durante años los lleva a un acostumbramiento que, encuadrado en el actual contexto, queden como el avestruz, ayudando muchísimo en el marco de la lucha de clases a avanzar aún más en las próximas discusiones salariales.
La irracionalidad de los aumentos, sobre todo en los alimentos (al grado de que somos productores mundiales de alimentos y es más caro comer en Argentina que en Europa) lleva a la condena de la subalimentación a más de la mitad de los trabajadores y sus familias, pues los salarios no superan los $ 2.000.- o $ 3.500.- en millones de asalariados. La pregunta que todos nos hacemos, menos los sectores dominantes, es cómo se hace para vivir con esos ingresos, pues si tomamos en cuenta el costo de la vida NO SE VIVE, así de simple, como en un estado de catástrofe. Los sectores asalariados que superan estos ingresos, cada año ven asfixiados sus salarios por el trucho impuesto a las ganancias.
En ese contexto los senadores y diputados, parásitos si los hay, sin tomar en cuenta las coimas de los monopolios para que aprueben sus leyes, o de pasajes en avión simplemente que embolsan miles y miles de pesos, o de diferentes negocios que se desprenden de las matufias que hacen, van los tipos y SE aumentan el 100%. Y aquí nadie dice nada, “está todo bien”; y los medios masivos de comunicación los salen a justificar con una y mil teorías, sociológicas y filosóficas, como las más ridículas que dicen que “tienen que ganar bien así no roban” o que “sino sólo los ricos terminan haciendo política”.
Este tipo de medidas son avaladas por los monopolios, son sus soldados fieles y muchas leyes más habrá que aprobar en el marco de la obtención cada vez mayor de ganancias. Y se debe aprovechar esta situación porque es la mejor demostración que la lucha salarial no tiene techo. Lo que se demande es poco, así que ante la situación que se avecina de las discusiones paritarias debemos devolverles la misma metodología que usaron durante todos estos años: hacían cerrar rápido, por ejemplo a la UOM, en un 20% y a eso la santa alianza, monopolios, gobierno y sindicatos, lo ponían como ejemplo de techo de los reclamos. Ahora bien, el techo es el 100%, igual que el de los zánganos del poder legislativo.
Llenémosle las fábricas y lugares de trabajo con conversaciones, marcadores y volantes, que seguiremos el ejemplo de la “Honorable” Cámara de Diputados y Senadores. En esta “República Democrática” el porcentaje para las paritarias no tiene techo. Instalemos la consigna y actuemos en consecuencia.