La lucha docente no es particular, no está ajena a las luchas de los trabajadores en todo el país.
La disconformidad con los intereses políticos y económicos del gobierno de los monopolios está generalizada en todo el pueblo argentino. La lucha de clases está desatada, desde la organización de los trabajadores, de las organizaciones autoconvocadas del pueblo, que son en esencia revolucionarias. La presión que se ejerce día a día, entorpece e impide que se ejecuten los planes de la burguesía.
Da vergüenza, precisar los valores de los sueldos docentes que están en discusión, en el momento que trasciende lo que perciben los funcionarios del gobierno de los monopolios, sueldos que superan los $35.000, ocupando funciones que no representan al pueblo, sino a los intereses de los monopolios. Vergüenza que ellos no sienten.
Del otro lado, y bien ligado a las necesidades del pueblo y de los trabajadores, se encuentra la gratificante tarea de la educación. Educación de los hijos del pueblo argentino. Construyendo día a día, conjuntamente con las familias y los niños, adultos del futuro. Tarea ardua si las hay, en instituciones en muchos casos precarias, con instalaciones deplorables, baños con letrinas en escuelas rurales, techos que se caen, patios desmoronados, reformas que nunca llegan, tiempos de la burocracia del gobierno, que duele y que la población docente y las familias no quieren aceptar de ningún modo. La bronca de clase que se desata en la población docente, no se agota en el salario, como difunden los medios de desinformación. Tampoco esa bronca es encarnada por los sindicatos, que no nos representan y que se sientan a hacer sus propios negocios.
Los verdaderos importes del salario básico en la provincia de Buenos Aires son de $1.332 para el Maestro de Grado, y $1.211 para el cargo testigo preceptor, y una multitud de decretos con cifras en negro y gris que completan un salario de bolsillo inicial que no supera los $2.300 en la Provincia de Bs As. Cualquier acuerdo será, además, pagado en módicas cuotas.
El aumento que ofertan sería entre un 12% y un 16% de bolsillo, mientras que los aumentos de precios y de servicios varían entre el 100, 200 y 300%. La quita de subsidios planteadas en términos de “distribución equitativa”, descarada mentira, ataca directamente el sueldo del trabajador, mientras que los subsidios a los grandes monopolios que extraen riquezas incalculables, como las mineras, TBA, permanecen intactos.
Los gobernadores se niegan a lo que exigen las bases docentes, sobre la fecha de inicio de un nuevo ciclo lectivo que dejará por 48, 72 o 96hs, según la provincia, aulas vacías, porque los docentes salen a la lucha por vivir dignamente y enseñar en condiciones, con las necesidades garantizadas para nuestros alumnos.
Fortalecer la unidad de los trabajadores docentes en todo el país, será el pilar fundamental para continuar en la lucha, ligándola al resto de las luchas del pueblo, porque el enemigo es el mismo: el gobierno títere de los monopolios y sus empresarios.