Nuevamente una ola de aumentos en los precios de los artículos de primera necesidad, entre ellos alimentos, bebidas, limpieza, impuestos, servicios, vuelve a golpear al salario de los trabajadores y al costo de vida de los argentinos. En el día de ayer, el secretario de comercio exterior, Guillermo Moreno, anunciò la aprobación de aumentos en los precios para las principales empresas de alimentos, bebidas y limpieza. Al igual que en la ciudad de Rosario, por poner otro ejemplo, donde Mònica Fein, intendente de esa ciudad dispuso un aumento del 18% en el boleto del colectivo, donde de 2.75$ va a pasar a valer 3.25$.
Los medios de comunicación promueven estos anuncios, pretendiendo instalarlos como causa natural de la economía en nuestro país y es así como día a día se va sintiendo el peso de los aumentos sobre nuestras espaldas.
El capitalismo no tiene límites y su razón fundamental es la ganancia por sobre todo, lo cual demuestra claramente la devoción del gobierno de los monopolios por achatar cada vez màs los salarios, a través del plan de ajustes que lleva adelante. Donde el objetivo fundamental es poner a la mano de obra argentina a disposición de los intereses y necesidades de la oligarquía financiera en el mundo. Así es como nos quieren llevar a salarios cada vez màs bajos, licuados por la inflación y el aumento de los precios.
En este mismo marco se presenta el escenario de la lucha de clases, donde contrariamente a los intereses de la oligarquía financiera y su gobierno, los trabajadores permanentemente les escupen el asado a los monopolios a través de las conquistas salariales. Así es como todos los días en todos los rincones del país, se desatan luchas obreras y de trabajadores en general que golpean directamente a los planes de ajuste y de sintonía fina del gobierno de los monopolios. Para dar algunos ejemplos, en sòlo dos o tres días sucedieron una enorme cantidad de conflictos, entre los que trascendieron el paro nacional de los choferes de ómnibus de larga distancia, el de los transportistas de cereales y oleaginosas, el de los trabajadores de distintas empresas jugueras en la provincia de Rio Negro, entre otros tantos.
La lucha por salario y mejores condiciones de trabajo, los golpea en el corazón de sus planes. Por un lado se encuentra el interés de los monopolios de llevar los salarios de los trabajadores por el piso, y por el otro lado las crecientes luchas en las fábricas y lugares de trabajo, los hace retroceder. A los aumentos de los precios y el costo de vida, la clase obrera y el pueblo los combate con su lucha por las conquistas.
Si bien el capitalismo en medio de esta permanente disputa por intereses opuestos, entre la burguesía y la clase obrera, sigue su curso, las luchas permiten a la clase obrera y al pueblo ir organizando las condiciones necesarias para seguir avanzando a conquistas políticas que pongan al descubierto la verdadera esencia del poder de los monopolios e ir construyendo una alternativa con el poder de la clase obrera y el pueblo. En este mismo camino se presentan los nuevos desafíos de avanzar en la organización y la unidad. Así es como también de esta manera se va experimentando el potencial en la lucha y se va tomando confianza en las propias fuerzas, lo cual permite ir madurando en la clase obrera y el pueblo, el proyecto de un cambio revolucionario.