A mediados del año pasado el sur del país, principalmente la provincia de Santa Cruz, fue escenario de importante luchas obreras, principalmente del sector petrolero, donde la acción de los trabajadores hizo temblar las ganancias de los monopolios y también hizo tambalear la estructura política del gobernador Peralta, dejando como saldo la destitución de toda la cúpula sindical en esa zona del país. Desde aquella experiencia en adelante, las empresas petroleras en connivencia con el gobierno y el sindicato intervenido por el Estado, no dejaron de presionar a los trabajadores, para intentar desarticular la organización y las luchas que nacen desde las bases de los trabajadores.
El gobierno con todas las instituciones del Estado, fiel defensor de los intereses de los monopolios, permanentemente pone manos a la obra para caerle sobre las espaldas de los trabajadores. Así es como en estos últimos meses los petroleros han sufrido persecuciones de carácter bien fascista con encarcelamientos a luchadores, despidos, intervenciones mafiosas en los sindicatos y a las organizaciones obreras.
El caso de las persecuciones dictaminada por jueces en la provincia de Santa Cruz y particularmente en la ciudad de Las Heras, se ha hecho moneda corriente. Por dar solo un ejemplo, el juez Eduardo QuelÍn, libro orden de captura para dos trabajadores de la empresa Transporte Figueroa que hace trabajos de servicios para la empresa SINOPEC. La razón se da tras un conflicto, donde los trabajadores desde el día 3 de marzo llevan adelante un corte de ruta en reclamo por la reincorporación de 2 compañeros despedidos. Por lo tanto el juez dio la orden de detención justificando que “intenta evitar cualquier tipo de incidentes en Las Heras”. Este caso se suma a otros tantos casos de persecución y detención de trabajadores petroleros por luchar.
Por otro lado las empresas aliadas con el gobierno y el sindicato intervenido, siguen despidiendo compañeros. Así es como se da la situación en San Antonio Internacional (ex PRIDE), donde por orden de la empresa en este último mes ya son 27 compañeros los despedidos que conjuntamente con otros compañeros despedidos de otras empresas, han tomado la sede del sindicato de petroleros privados en Pico Truncado, para exigir la inmediata reincorporación, denunciando a los delegados interventores como aliados de esta empresa para llevar adelante los despidos. Por otro lado los trabajadores de esta misma empresa desde hace tiempo vienen denunciando las pésimas condiciones a las que son expuestos a trabajar, con equipos en pésimas condiciones completamente averiados que pone en riesgo su seguridad, sumado a las constantes presiones de los encargados y jefes patronales.
Durante los conflictos del año pasado la presidenta, como era de esperar, se horrorizaba de los acontecimientos tras los fuertes conflictos petroleros, y hasta hacia menciones perversas afirmando que no entendía de qué se quejaban los petroleros, ya que obtenían uno de los mejores sueldos de los trabajadores en todo el país. Pero nada dijo, ni va a decir, de las condiciones infrahumanas en las que trabajan los petroleros, sumadas a las políticas de persecución y despido por parte de las empresas y el gobierno.
Esta es la verdadera situación a la que están llevando a los trabajadores en Santa Cruz y el resto del país. Son ellos quienes producto de su tremenda crisis política tras la presión de la lucha de clases los llevan a tomar decisiones políticas que no hacen más que echarle nafta al fuego.