Mientras la crisis política se agudiza en las profundidades del régimen como resultado de la puja intermonopólica de la pelea global por quién se queda con los recursos petroleros, -particularmente con el tercer yacimiento de hidrocarburos no convencionales más grande del planeta (22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo, con un valor estimado superior a los US$ 250 mil millones) fuente de energía primaria de la nueva reconversión industrial y automotriz de la oligarquía financiera-; por quién se lleva los recursos del Estado que hasta hoy están totalmente descentralizados y en manos de “amigos” del gobierno y políticos provinciales y nacionales; por cómo se da una nueva vuelta de tuerca a la centralización en las decisiones políticas del área energética, hoy “descuartizada” y en manos de los negocios del gobernador de turno y sus amigos; la crisis social y política en las regiones petroleras empeora y se acelera.
En toda la cuenca austral las contratistas de servicios petroleros que ocupan a la abrumadora mayoría de los trabajadores de la industria, han dejado de recibir las “ayudas” económicas de las empresas petroleras, particularmente Repsol, ayuda originada el pasado año como producto del “pacto de paz social” acordado por empresarios y sindicatos. Para los trabajadores significa el no cobro de sus salarios, la inestabilidad laboral, la extorsión, el despido masivo.
Cientos de despedidos, perseguidos, listas negras, presos por oponerse al atropello, procesados, es el actual paisaje de la región. Los derechos políticos de libre asociación y agregación totalmente avasallados y las estructuras sindicales totalmente cooptadas por las empresas.
A esto se le suma el ajuste, de hecho, de los gobiernos provinciales y municipales que pagan los miserables salarios en cómodas cuotas, la salud, educación, trasporte, etc. totalmente sin recursos y paralizados. Los planes sociales sin fecha de cobro,
Estas son las pretensiones de la burguesía de hacer sonar el escarmiento a los trabajadores y todo el pueblo que desde décadas han sabido decir NO a cada una de sus políticas, atropellos y la impunidad de los monopolios y sus gerentes políticos.
Hoy con “discurseos” nacionalizadores pretenden confundir a los trabajadores y pobladores de la región que ya conocen que los recursos en manos de privados y del Estado, la “parte del león”, se la llevan los de siempre. Que la solución que propongan nunca será a favor de los trabajadores y el pueblo argentino.
Desde las entrañas de este pueblo y con la experiencia hecha en centenares de largas luchas donde la democracia directa y autocovocatoria fueron la esencia del método para reconquistar la confianza en sus propias fuerzas y hacer surgir sus nuevos dirigentes se preparan para hacer estallar la bomba social creada por la burguesía e implementada por sus lacayos.
Sin ninguna duda las luchas que se avecinan serán de un aporte fundamental para hacer retroceder las pretensiones sin límite de la burguesía y aportarán al movimiento revolucionario en marcha.