La recrudecida guerra por los capitales entre los monopolios que se disputan el poder de decisión en nuestro país, ha profundizado la debilidad política del conjunto de la oligarquía financiera, y ha obligado a su gobierno a tomar medidas que, lejos de resolver dicha disputa, ahonda las contradicciones y las peleas a muerte entre burgueses.
Esto se da en todo el mundo, pero en nuestro país, cuenta con un condimento esencial cual es la situación de la clase obrera y los distintos sectores del pueblo que no le dejan a la burguesía un minuto de paz para que resuelva sus problemas.
Por el contrario, se los agudiza, haciendo que cualquier medida que el gobierno toma, en pocos minutos se convierte en pasto del incendio.
No tienen salida porque el pueblo no los deja. Los arrincona, los hostiga con sus luchas y con sus movilizaciones crecientes.
La presidenta Cristina Kirchner se enoja y despotrica contra los trabajadores a quienes nos pide silencio, quietud y aceptación de las políticas de achatamiento del salario y empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías laboriosas y el pueblo que tratan de imponer, mientras nos promete que con el tiempo y con paciencia tendremos nuestro premio. ¡Se olvida que viene prometiendo eso, al igual que lo hacía su esposo, desde hace nueve años! ¡Todos los gobiernos han hecho lo mismo: el paraíso es para el futuro, la amarga vida diaria y el sacrificio es para hoy!
Simultáneamente, no cesa en repartir créditos blandos, jugosos subsidios, exenciones impositivas y otros dineros que salen de nuestros bolsillos y nuestro trabajo, a las empresas monopolistas. ¡Juegan con fuego!
Pero la clase obrera y el pueblo también sabemos jugar nuestras cartas.
Se vienen tejiendo unidades y organizaciones nacidas al calor de las luchas cotidianas. Las ideas revolucionarias se fusionan con las nuevas vanguardias obreras y las vanguardias populares que transitan el camino de la acción independiente y autoconvocada. El movimiento social de las clases populares se va transformando en movimiento revolucionario.
Luchar, unir, organizar y avanzar hacia un proyecto proletario y popular, ¡ése es el camino que estamos transitando como pueblo y el que tenemos que profundizar!
Tal como se plantaron los obreros petroleros de Santa Cruz frente al circo de la “nacionalización” de YPF, todos los trabajadores y pueblo oprimido nos pararemos frente a cada medida que quieran tomar para seguir saqueando nuestro trabajo y nuestro futuro. Nadie está dispuesto a dejarles pasar más nada.
La contienda está planteada en estos términos: la burguesía monopolista y su gobierno, a la defensiva y en crisis política; la clase obrera y el pueblo, en auge y sostenido avance por la conquista de sus aspiraciones.
Profundizar ese camino es la única garantía de lograr nuestra libertad y dignidad.