Siguen echando leña al fuego ya que, a sabiendas que el horno no está para bollos, sin ningún tipo de escrúpulos, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, da a conocer las intentonas de pagar el aguinaldo en 4 “cómodas” cuotas, pretendiendo justificarlo con una supuesta crisis por la que atraviesa la administración de la gobernación. De esta manera sale Cristina Kirchner a desligarse de la responsabilidad como si ellos nada tuvieran que ver, mostrando una supuesta pelea interna, donde en definitiva nadie se hará cargo del salario de los trabajadores. Todo un circo armado, al estilo del que ya estamos acostumbrados a ver, para volver a retrasar los pagos de los sueldos.
Y mientras ellos le buscan la vuelta para ver de qué forma pueden arrebatarles una vez más el salario a los trabajadores, nada se dice de las condiciones precarias en las que son depositados los salarios docentes y estatales. Nada se habla de la situación económica de los 558 mil trabajadores públicos que no sólo sus sueldos han sido devaluados, tras la galopante inflación que va en ascenso, si no que ahora viven una permanente incertidumbre por no saber cuándo se depositan sus sueldos y dónde. En muchos casos, por un motivo u otro, ya llevan más de dos meses de retraso en sus haberes. Y como broche de oro, encima ahora, una importante cantidad de estos trabajadores pasaron a pagar impuesto a las ganancias.
En estos días los trabajadores de la obra social correspondiente a los empleados públicos de provincia de Buenos Aires, IOMA, realizaron un paro, ya que les habían depositado el aguinaldo como adelanto el día 20 de este mes, pero repentinamente les llegó el anuncio que luego se los iban a descontar en el pago del mes de junio. Y ahora salen a blanquear que los aguinaldos se pagarán en cuotas.
El semejante manoseo por parte del gobierno monopolista, no deja de provocar hartazgo. Ya que si bien no se dan a conocer los datos fehacientes, todo el mundo sabe que hay plata para los negocios y subsidios de las empresas monopólicas, para campañas políticas, para los bolsillos de ñoquis y corruptos, etc, etc; pero menos para los trabajadores.
Ellos caminan al filo de la navaja, porque necesita exprimir a más no poder a los trabajadores y al pueblo para sostener este sistema capitalista en estado de putrefacción. Pero cuando la clase obrera y el pueblo irrumpen con sus luchas y movilizaciones la plata aparece en cuestiones de minutos. Ése es el único idioma que ellos entienden. Ésa es la violencia que este sistema genera naturalmente contra toda la población.