Resultado de la lucha salarial y por mejores condiciones de trabajo de las distintas actividades de la industria de la pesca es el largo conflicto que mantienen los trabajadores del puerto de Mar del Plata que se encuentra paralizado en su totalidad hace ya 100 días.
La decisión de más de 500 marineros de altura que, en asamblea a puertas cerradas y con libreta en mano, decidieron continuar con el paro, del cual hoy se cumplen 64 días, rechazando de esta forma, la indignante propuesta del 22% de aumento, desdoblado en dos etapas.
Por estas mismas razones hoy se suman al conflicto, en paro nacional, los capitanes de altura, los empleados de la administración de puertos, estos últimos por pago del aguinaldo en cuotas por parte de la gobernación de la provincia de Buenos Aires y el reclamo de los fileteros que cortaron la autopista ruta 2 en reclamo de asistencia a las 6000 familias que se encuentran en extrema precariedad.
La alta disposición de lucha de los trabajadores de esta actividad tiene base en la miseria capitalista donde reina el descontrol, la corrupción, las mafias de los subsidios, el manoseo y negreo sistemático de los trabajadores.
“La industria está en crisis” dice la burguesía, exigiendo mano dura y subsidios para una industria que hace sus planes en función del mercado externo, dando la espalda a las necesidades proteicas de 40.000.000 de argentinos de los cuales, más de la mitad, no han visto en su vida un pescado de mar.
Mientra tanto los únicos que están en crisis son lo trabajadores con salarios miserables que no alcanzan para sobrevivir.
Este contexto de luchas hace prever, como en tantos puntos del país, la profundización del enfrentamiento clasista y así también lo ven la burguesía y su gobierno “nacional y popular” que envió a la zona en conflicto a 800 miembros de prefectura en forma preventiva.
En este nuevo escenario de la lucha de clases es donde los revolucionarios debemos desarrollar sin pausa las políticas de unidad y organización de la clase y todo el pueblo.