El pretendido ajuste de cuentas lanzado a fines del pasado año por el gobierno de los monopolios contra las conquistas de los trabajadores y el pueblo que vienen alcanzándose desde el 2001, ha tenido en los 7 últimos meses a la vacilación como particular rasgo de la política burguesa.
Las marchas y contra marchas han sido la conducta de la burguesía frente al activo rechazo del aumento de tarifas de servicio de transporte, luz, gas, y el ilusorio techo del 16% para la discusión salarial del 2012.
Los discursos para la implementación de tan salvajes medidas a través del engaño han tenido variados argumentos; desde el argumento “progre” de que la “emergencia excepcional abierta con la crisis de 2001 terminó” y por lo tanto “ya no hay motivos para mantener la política de subsidios por el éxito del modelo” hasta que “la crisis del mundo se nos cayó encima”, todas han ido a parar al basurero frente al rechazo y la movilización de los distintos sectores afectados profundizado su crisis política y agudizando sus contradicciones .
En lo que va del presente mes la burguesía ha sufrido 2 importantes derrotas. El pretendido recorte por parte del gobierno nacional en las remesas a las provincias para el pago del aguinaldo a empleados públicos que cayó por la decidida movilización y paro de los trabajadores de la provincia de Buenos Aires y la contundente conquista salarial de los policías rebeldes de Santa Cruz luego de 19 días de retención de servicio y autoacuartelamiento.
Más allá de las múltiples consecuencias en la superestructura burguesa del repliegue político en este enfrentamiento que, sin ninguna duda, significará mayor crisis; lo cierto es que estos acontecimientos abren nuevas puertas en el enfrentamiento del pueblo contra la oligarquía financiera.
La mantenida lucha por el salario de todos los trabajadores, más allá de algunos acuerdos paritarios truchos que se tejen por arriba, recibe nuevos aires de aliento.
El retroceso en el pago del aguinaldo y la conquista del 66% de aumento salarial de la policía santacruseña se presentan como el “sí se puede” alimentando la decisión de lucha de todos los trabajadores y el pueblo.