La crisis política y social abierta desde hace años en la provincia de Santa Cruz -manejada como una estancia desde hace casi 2 décadas por de los Kirchner- es el ejemplo de la Argentina que propone el capitalismo para la actual y las futuras generaciones de trabajadores y todo el pueblo.
Conflictos en el área de la producción y los servicios que debe prestar el Estado, por salarios, derechos políticos y justicia; con una administración “quebrada” que no dispone de recursos para el pago de salarios, ni para los servicios de salud, educación y demás prestaciones básicas. Este es el paisaje cotidiano generado por un pueblo que no renuncia ni escatima esfuerzos a la hora de enfrentar a los propósitos del poder.
Todo esto en una de las provincias que ha sido durante décadas “la vaca lechera” petrolera de los monopolios. Y que en los últimos años ha incorporado la “actividad estrella del modelo”: la minería.
14.500.000 onzas de oro al valor de u$s 1.527, y 290.000.000 de onzas de plata con un valor de 28 dólares, son los objetivos de los mega emprendimientos mineros que ya están instalados en suelo santacruceño y van por mas. La compañía Hochschild Mining anunció nuevos hallazgos de oro y plata en el yacimiento San José y la multinacional Goldcorp adquirió Andean Resources, por 3.400 millones de dólares.
Pero de toda esta riqueza al pueblo no le queda nada. Allí están para muestra de lo que decimos, las localidades ligadas a la actividad de las mineras (Perito Moreno, Los Antiguos, Puerto Deseado, Las Heras, Gobernador Gregores, San Julián) que viven “al día” y con carencias sociales y de infraestructura enormes, a pesar de que se encuentran sobre oro, plata y petróleo.
Pero lo que sí reciben “gratuitamente” son las consecuencias contaminantes de la actividad extractiva, el pasivo ambiental, la desocupación, la impunidad de los poderosos, la droga, la inseguridad y demás lacras del sistema.
Pero la suerte de este desquicio capitalista ya está echada, basta recorrer el territorio para sentir el perfume a petróleo, oro y revolución generado por un pueblo y una clase que ya han comenzado, con el optimismo que da la lucha, a caminar y a construir sus herramientas de cambio, que le aseguren el futuro.