La CGT de Moyano y la CTA de De Micheli, colocaron en su agenda una movilización a Plaza de Mayo para el 19 de diciembre, supuestamente reclamando que se aumente el piso del mínimo no imponible. Pero, al parecer, aspiran a que dicha movilización confluya con el denominado 8N; jugada atizada, seguramente, desde lo más alto del poder de los monopolios, que tratan de abrir el paraguas porque la preocupación central que tienen es el incremento de la confrontación y descontento por abajo, con lo cual pretenden tomar un atajo que sea capaz de encorsetar la protesta, que aparezca ante la opinión pública que la rebeldía de los trabajadores y el descontento del pueblo tengan interlocutores “válidos y legítimos”. Todo dentro del sistema, con reglas que garanticen una oposición “orgánica” al sistema democrático burgués.
Lo importante para ellos es la estructuración del descontento, una válvula que descomprima haciendo aparecer que hay aires de cambio para que no cambie nada.
Ahora bien, dicha movida que resulta hasta infantil por su inocencia, nos demuestra con claridad que los popes intelectuales del sistema que se encargan de darles línea tanto al gobierno y su séquito de progres como a la “oposición”, resulta que al parecer no tienen ni la más mínima idea de dónde están parados, cómo se está expresando la lucha de clases y las aspiraciones de las masas.
Tratar de gorilas y golpistas a los cientos de miles que se expresaron el 8N les puede servir como autocontención psicológica a partir de unos cientos de ultra reaccionarios (que sí estaban), que los medios se hicieron cargo de mostrarlos bien mostrados, y hacerlos decir las tonterías que expresaban. Pero pensar que los sectores más recalcitrantes en este país tuvieron en algún punto ese poder de movilización, es vivir un poquito más que fuera de la realidad. Más bien es demencial.
Pero más ridículo parece aún, y he aquí un desenlace maravilloso del famoso debate del 8N, es el intento de Moyano de pensar que porque convocan a las masas que se expresaron el 13 de septiembre y el 8 de noviembre en contra del gobierno, van a responder a los sindicatos. ¿Y? Puede ser que los cientos de gorilas que salieron en la TV estén el 19 de diciembre. ¿Pero el pueblo argentino?
Aquel tremendo delirio de tratar a la protesta de gorilas y golpistas de parte de los “progres” y el gobierno, como este de la CGT de Moyano de hacer creer que para la clase obrera y el pueblo, Moyano y los sindicatos están fuera del cuestionamiento, marca claramente que como siempre partieron de la mentira y el engaño, se la terminaron creyendo, y piensan que con eso va a alcanzar para utilizar a los pueblos. Queda demostrado a todas luces que las dos lecturas del 8N son las mismas, por más que por oportunismo unos traten de degradarlas y otros de ensalzarlas.
Digan la verdad señores. Asúmanse. A la autoconvocatoria no la entienden, no la manejan ni controlan. Más bien diríamos, le temen y la odian. En última instancia todos responden al mismo sistema.