Una noticia que parece secundaria, muchas veces no lo es. La semana pasada se inició el proceso de endeudamiento de la empresa YPF, por la que la empresa emite distintos títulos para lograr, en una primera etapa, sumar 3.000 millones de dólares para el plan de explotación de los hidrocarburos no convencionales (shale oil y shale gas) que fueron descubiertos en nuestra Patagonia y que constituyen una de las principales reservas mundiales de esa fuente energética.
Los bonos emitidos la semana pasada garantizan una renta de 19% anual, varios puntos arriba de lo que rinde un plazo fijo; los que se emitirán esta semana auguran la misma o aún mayor rentabilidad, ya que es una emisión para inversores mayoristas, es decir de los que desembolsan grandes sumas para llevarse otras mucho más grandes.
Además de lo gravoso que resulta endeudarse a tasas carísimas, lo que desnuda esta política de endeudamiento de la empresa es lo que denunciamos cuando se anunció la estatización vendiéndola como la recuperación de la soberanía energética. Lo que verdaderamente se “recupera” es más deuda que pagará el pueblo argentino, garantizando millonarios dividendos, además de las ganancias que se llevarán las empresas que se “asocien” para la explotación de los yacimientos mencionados.
No será de extrañar que, una vez finalizado el proceso de endeudamiento, aparezcan las “asociaciones” con monopolios petroleros que se llevarán la parte del león.
He aquí el “capitalismo bueno” que nos ofrece la burguesía monopolista en su versión kirchnerista. Endeudamiento que paga el conjunto del pueblo para financiar el “riesgo” capitalista, el que se llevará ganancias multimillonarias.
Otra muestra más (por si hiciera falta) de las políticas pro monopolistas del gobierno nacional y popular.