Mientras las trompetas del circo resuenan por todos los medios oficialistas y “opositores” y sobreabundan anuncios triunfales de la nueva “capitana” Cristina Fernández Vda. de Kirchner, con cantidades industriales de carteles que invitan a recibir a la Fragata Libertad, con gran acto, festival y fuegos artificiales, los trabajadores y el pueblo ven disminuidos brutalmente sus ingresos por el golpe contra el bolsillo ejecutado por el peor de los enemigos de la humanidad: la oligarquía financiera.
Son dos escenarios diferentes: uno, la cortina de humo con la que pretende desviar la atención, confundir y tapar sus políticas dictatoriales el gobierno al servicio de los monopolios. Otro, los problemas reales irresueltos del pueblo y el golpe a los ingresos proporcionado por el gobierno.
La devaluación del peso afecta a los salarios que se pagan en pesos. Los servicios que nos vende la burguesía (los privados y los estatales) y las mercaderías se mantienen a tono con el dólar, tal como lo explicamos en la nota del pasado viernes. Un litro de nafta super sigue valiendo un dólar en este país y, así, podríamos seguir comparando con el dólar cualquier mercadería. En cambio los sueldos e ingresos de trabajadores y pueblo en general se vieron disminuidos en la misma proporción existente entre la moneda argentina y el dólar.
A los aumentos que fueron produciéndose a lo largo de todo el año, se sumó este zarpazo de la devaluación de fin de año. El castigo fue enorme.
Pero a un castigo enorme, se lo para con luchas más grandes y eso lo sabe claramente nuestro pueblo. Así que, en medio de esta situación de generalización creciente de los reclamos y luchas de los trabajadores con la que terminó el año, es de prever grandes batallas al comienzo y durante todo este 2013.
La burguesía monopolista se tendrá que guardar toda su parafernalia propagandística y los títulos militares que pretenden colgarle a la presidenta.
Los personeros del sistema, incluidos ex piqueteros aplaudidores de los monopolios en el poder, ex miembros de organizaciones revolucionarias devenidos defensores del capitalismo y emblemáticas personalidades de los derechos humanos que fueron ejemplo de luchas y valentía hoy compradas con el dinero que recauda el Estado y los favores de la justicia, no van a servir de escudo ni al gobierno ni a los monopolios financieros que dieron semejante golpe económico a los sufridos bolsillos de los trabajadores y el pueblo.
Apréstense señores a los grandes enfrentamientos que libraremos las mayorías populares contra la voracidad de sus inagotables ambiciones de ganancia.
¡Nadie, y menos su poder en estado de descomposición, puede imponerle una “agenda” distinta al pueblo que no sea la lucha por la dignidad de la vida y los problemas reales a resolver.