El proyecto inmobiliario Nueva Costa del Plata es un mega emprendimiento que pretende privatizar la selva marginal del Río de la Plata desde San Fernando hasta La Plata, destruyéndola, para favorecer la especulación inmobiliaria y sus negocios, construyendo Residencias de categoría, Hoteles, Restaurantes, y lujosos recreos naúticos, apropiándose y saqueando el espacio público, que pertenece al conjunto del pueblo. Un negocio inmobiliario que puede llegar en 10 ó 15 años a ser de alrededor de 7.000 millones de u$s. Esa “nueva ciudad” pertenecerá en un 70% a Quilmes y el 30% restante estará bajo la jurisdicción de Avellaneda.
La principal interesada en semejante emprendimiento tiene nombre y apellido y se llama Techint, empresa multinacional que declara facturar 70.000 millones de dólares anuales en el mundo, con plantas en 45 países y más de 100 compañías.
El gobierno municipal de Quilmes, “apoya el planteo urbanístico de la empresa, aún con el costo ambiental que ello implica”, bajo el argumento de que “se va a ver potenciada la formidable rivera de nuestro río”. En esa línea, están “proponiendo” que Techint financie un Fondo Fiduciario para la construcción de viviendas “populares” a cambio de que el municipio “apruebe” el proyecto Costero. Funcionarios mercaderes y negociadores de esta multinacional, que se sienten “realizados” otorgando tierras que son de todo el pueblo, a cambio de casas de chapa. Chapa producida por Techint, obviamente.
El Proyecto destruirá el último pulmón verde de la zona. El desmonte indiscriminado de la reserva natural sobre la costa generará daños ambientales irreparables.
De más está aclarar que existen dentro de la propia legalidad burguesa, ordenanzas que defienden la protección de la reserva natural, como patrimonio de todos y como un bien natural. Pero como también ya sabemos, cuando los negocios arrasan los papeles se los lleva el viento…
No hay que estudiar economía para ver clarito cómo darían las cuentas. La sola venta de los terrenos a “urbanizar” le asegurará al grupo Techint ingresos de más de US$ 300.000 la hectárea. No puede dejar de mencionarse el nulo valor comercial que tienen hoy esos terrenos, en donde miles y miles viven en la extrema pobreza, el hacinamiento y la precariedad habitacional. “Tierras llenas de pobres” no valen nada, tierras puestas al servicio de los negocios, valen y generan millones.
Vecinos y pobladores de las localidades de Avellaneda y Quilmes, vienen llevando adelante distintas actividades de denuncia y reclamo, dirigidas en general a impedir que se rezonifique el área en pos del negociado en puerta, y desnudando los planes de esta multinacional. Desde esas acciones por abajo se ha ido cimentando la acción popular, para frenar el avance de Techint y sus gobiernos, y así continuará siendo sin duda, en el inicio de un año caldeado en donde la lucha popular no sólo no se detiene sino que tenderá a incrementarse.