No conformes con haber impuesto el aumento del precio de gas y la nueva regulación para la exportación de petróleo crudo (que lleva el ingreso por barril de 30 a 70 US$), la operadora Pan American Energy (PAE) continúa sin negociar salarios, condiciones de trabajo e impuesto a las ganancias. Tampoco ha repuesto los 16 equipos de perforación en el yacimiento de Cerro Dragón -origen al actual conflicto- y que siembra la incertidumbre en más 1.500 trabajadores directos e indirectos.
La “trabazón” radica en un punto del acuerdo con CFK, donde se debe “garantizar la paz social” en la región para que “prevenga” hechos como la violenta toma y destrucción, entre el 21 y 24 de junio, de las instalaciones del yacimiento Cerro Dragón por parte de trabajadores petroleros, y que dejó al descubierto las injusticias y arbitrariedades a que son sometidos los trabajadores en toda la cuenca.
A PAE no le alcanza con el compromiso de su gerente, Jorge Ávila (secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut) para “garantizar la paz social”; ni las señales políticas que la presidente Cristina Fernández de Kirchner otorgó al intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor Di Pierro, cuando le pidió “responsabilidad para liderar, junto al Sindicato de Petroleros local, las políticas petroleras de la Cuenca del Golfo San Jorge, con el objetivo de garantizar la paz social en la región”.
Porque para la PAE, no son suficientes las declaraciones de buena voluntad de sus políticos, mientras continúen los bloqueos a sus yacimientos (como ocurrió al momento de estas declaraciones). Los trabajadores petroleros (desoyendo las directivas de los popes sindicales de la UOCRA), cortaron del tránsito en el cruce de las rutas 3 y 26 durante tres días, impidiendo el libre acceso a los yacimientos.
Lo que la operadora “no quiere entender” es que los trabajadores y el pueblo no están dispuestos a tolerar más las políticas de entrega, explotación y opresión llevadas adelante por la oligarquía financiera y sus gobiernos.
Y que no hay “acuerdo por arriba” que pueda frenar la dignidad en lucha de nuestra clase y nuestro pueblo. Por lo tanto no habrá “paz social” en el golfo de San Jorge, hasta que ellos sean eliminados como clase.