…¿Cuántos nombres más hay que sumar a la lista de asesinados por la mano ejecutora de la fuerza policial, la gendarmería o de cualquier racista?
¿Cuántos más piensan sumar a sus estadísticas inconfesables los autores intelectuales de estos asesinatos como los Celiá, Eurnekian terratenientes, los Heffner, Cardozo intendentes, los Ifran, Capitanich gobernadores y toda la cucaracha entorno que infesta los pasillos institucionales poniendo el tránsito de la “Justicia” a su servicio?
¿Cuántas muertes más piensan maquillar con cacareo “ex-detenido” o “militante” o deglutir en silencio los Valenzuela “Subsecretario de Derechos Humanos”, los Goya “representante de H.I.J.O.S. y de la Comisión Provincial de la Memoria”, las Robles “Instituto de Cultura del Chaco”, los Romero “ministro de Educación de la provincia” y todos los demás, tristemente neutralizados por un puesto de “poder” (de poder para salvarse ellos, sus amigos, parientes, acreedores y patrones electorales. De NO poder para lo que el Pueblo necesita).
¿Cuántas muertes compatriotas más, pasadas y futuras, piensan ignorar los “economía”, los “salud”, los Pedrini “ex ministro de Gobierno”, los oscuros Ivanof, Vicegobernador, las oscuras pseudo-banales Ayalas “Intendenta de Resistencia” y la corporación partidaria, los “justicia” adheridos como alimañas a los más altos sillones desde la dictadura, todos los que pasaron por el juramento ante “dios y la patria”?
¿Qué noción de urgencia tienen los que se aislaron de la realidad atrás de sus conquistas personales, sus mesas abundantes, sus casas equipadas para una vejez a todo confort y hasta lujo, sus autos para la función pública y el abuso particular, sus viajes de gestión-placer, su acomodamiento material para ahora y varias generaciones?
¿Qué noción de urgencia tienen estos insensibles que a lo único que reaccionan es a una patada en sus escritorios, o a una crítica en la prensa, que los incomoda más que a los artistejos “Radiolandia”?
¿Qué noción de urgencia ante la muerte de un Qom en los parajes perdidos de nuestros mapas tiene esa sociedad “semi acomodada”, espejada en sus funcionarios, alimentada a Tinelli y/o cultura “progre”, que jaqueada por sus propias miserias, sigue dejando que el vaticinio aquel (…”cuando vinieron por los judíos, no dije nada porque no soy judío, cuando vinieron por los comunistas no dije nada porque no soy comunista, cuando vinieron por los negros no dije nada porque nos soy negro…Ahora que vienen por mí, ya no hay nadie que pueda protestar…”) se cumpla?
Pero hay un cuerpo que reacciona. Una piel endurecida, nunca insensibilizada. Es la de Pueblo en la calle. Es la del Pueblo en el límite. Es la del Pueblo que, al no tener ya qué perder, sólo le queda ganar, sólo le queda construir su poder, exigir Justicia y construir su verdadera reparación en todos los rincones de lo que llamamos Patria.