La burguesía no para de tirar manotazos de ahogado frente a la presión que existe por parte de la clase obrera, en la lucha por el salario. El intento de ponerle un techo al aumento salarial ya murió antes de nacer. Muestra de ello fue la expresión de los pasados anuncios del presidente de la Unión Industrial Argentina, De Mendiguren, donde se lo veía muy preocupado por las diferentes organizaciones de trabajadores que no respondían a los tradicionales gremios de la CGT (ver nota en nuestra página del 03/02/2013). Resulta ser que hace unos cuantos años atrás, donde la lucha de la clase obrera todavía no se expresaba claramente, la oligarquía financiera usaba como último recurso a las burocráticas cúpulas sindicales para frenar y desarticular el descontento de los trabajadores. Por lo tanto, empresarios de empresas monopólicas reunían al gobierno y a los gremios, para alinear a su tropa contra la clase obrera.
El profundo descreimiento de la clase obrera y el pueblo hacia todas las instituciones del Estado, incluidos los sindicatos, que dio pie a las organizaciones autoconvocadas y a la toma de decisiones a través de la democracia directa, fue forjando en el transcurso del tiempo diferentes formas de organizaciones de trabajadores y populares de diferentes características. Organizaciones que se expresan a través de permanentes movilizaciones y acciones directas contra las políticas de gobierno y la oligarquía financiera. Es así como, durante estos últimos años, los sindicatos traidores y burocráticos cada vez más, van dejando de ser representativos para los trabajadores Argentinos.
En el día de ayer, toda la fanfarria periodística, publicaba el intento de las dos CGT, la “oficialista”, y la “no oficialista”, de volver a unificarse, mientras que en un programa de Radio 10 salían al aire Moyano y Lescano, tirándose rosas, pretendiendo dar algún tipo de expectativa a la clase obrera y queriendo imponer la idea, de que si la CGT está unida, los trabajadores debemos dormir sin frazada.
La realidad es que la lucha de la clase obrera y el pueblo, se esta volviendo incontrolable para la oligarquía financiera y su gobierno, y como ejemplo, mientras que el gobierno proponía un techo de un 20% para este año, solamente en los primeros días del 2013, los trabajadores bancarios exigían un 50% de aumento en las paritarias, y por su parte los trabajadores aceiteros, hoy mantienen un paro total a nivel nacional desde el día jueves pasado, en reclamo de un salario básico de $7.646 regido por el valor de la canasta familiar según investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario, más un 26% de aumento para las categorías que superan la inicial, más un adicional de $6.200 por participación en las ganancias, cuestionando también el impuesto al trabajo.
Si la CGT se une o no es un problema que la burguesía pretende resolver para intentar frenar la avanzada de la lucha de clases. Pero la unidad de la clase obrera es un problema de los obreros y el pueblo argentino. La lucha salarial debe servir como un paso más en el camino de la unidad de clase.
40% DE AUMENTO Y 7000 PESOS DE BÁSICO PARA TODOS LOS TRABAJADORES DEL PAÍS.