Si criticás al Gobierno sos Macrista, si criticás a Macri sos del Gobierno. Ese es el discurso que nos quieren imponer ante cada lucha que emprende nuestro pueblo.
Es muy cierto que están los “pícaros”, los que intentan montarse en ese descontento para sumar “votos”, tanto para uno como para otro. “Tanto La presidente como el jefe de gobierno de La Ciudad Autónoma ganaron las elecciones y gobiernan con el voto de la mayoría”, nos dicen.
Ese es el discurso “de peso”.
Es decir, la vida para ellos transcurre sólo en las alturas, las “señoras” y los “señores” muestran sus rozagantes figuras electorales y se muestran peleando en defensa “de los intereses del pueblo”
Detrás de ellos continúa una larga lista de “mendigos por el voto” tratando de arañar alguna migaja del fastuoso banquete carnavalesco que ofrece el circo electoral.
A toda esa alternativa política del sistema que irradia anarquía, miserabilidad, corrupción, violencia, engaño, mentira, urnas, negocios y todo tipo de lacras, aparece en escena una nueva alternativa a tanto oprobio.
Años de lucha por conquistas económicas y políticas en todo el territorio nacional han dado por resultado la necesidad de ir por algo más que ese paso tan preciso dado por grandes masas de movilizados. Aparece en entonces como nunca antes la necesidad de avanzar rápidamente en la alternativa política capaz de salir al cruce a las políticas del Estado monopólico y sus payasescos hombres de sus instituciones, no queridos por nadie.
Esa alternativa política ya está caminando y es producto de que comienza a verse en la autoconvocatoria la verdadera expresión democrática para llevar adelante la lucha y el enfrentamiento a las políticas del Estado, en todas sus versiones.
Miles de luchas sean grandes o pequeñas se están dando en esos marcos, no importa con quien simpatices en lo personal, pero en este lado de la barricada, en la lucha por la conquista la autoconvocatoria nos une y podemos unirnos a pesar de las cuñas que mete el sistema para dividirnos.
En ese camino ya muy recorrido, aparecen inquietudes por elevar el nivel del enfrentamiento, como pueblo nos sentimos cada vez más fuertes y vemos al arco político de la burguesía muy débil, los vemos vacilantes y con iniciativas que hacen agua antes de parir. En lo salarial propusieron un 20% DE AUMENTOS EN PARITARIAS, y todos los reclamos van por más.
Se trata de un momento en donde la permanente movilización, la metodología autoconvocada en algunos puntos álgidos de la lucha va adoptando forma INSTITUCIONAL desde la lucha popular. Comienzan a vertebrarse procesos de unidad por abajo, incontenibles, que se presentan en los hechos como un doble poder al poder burgués. No hay vuelta atrás en ese aprendizaje.
Estamos en una etapa de crecimiento de este entramado unitario, se ha comenzado a romper por abajo el aislamiento en que nos han sometido por décadas, pero aún falta mucho por hacer.
Podríamos afirmar que el parto ha sido un éxito, porque el mismo ha sido múltiple, en varios puntos simultáneamente, era una calidad del proceso que faltaba para elevar un peldaño el enfrentamiento contra el Estado de los monopolios y sus gobiernos en todas sus variantes.
Comienza a darse una particularidad de muchas revoluciones de los siglos XIX y XX, por un lado las minorías que gobiernan tienen el poder por arriba y trastabillan por abajo, y por otro lado las mayorías nos fortalecemos por abajo pero trastabillamos para hacernos del poder.
Ese desafío clasista ha encontrado por abajo las vías para ir fortaleciéndose, la lucha, la autoconvocatoria y la democracia directa en un camino directo por la unidad que va encontrando fuerzas, va sumando en un proyecto que tiene como objetivo central la lucha por el poder y derrotar a éstas minorías incapaces de dar solución a los problemas más básicos de una sociedad. Sus problemas son los negocios los nuestros la sociedad humana. No hay punto de conciliación posible.