Chubut: “La montaña y la dignidad siguen de pie»
La histórica lucha de Esquel comenzó cuando una subsidiaria de la multinacional Meridian Gold, la minera El Desquite irrumpió a fines el año 2000 en territorio de comunidades mapuche, para realizar prospecciones. El impacto económico, social y ambiental de la actividad aún no era conocido. Tampoco la legislación nacional que regula amplias ventajas para que los capitales inversores extraigan metales y minerales.
A mediados de 2002, la minera comenzó a insertarse en el ciudad con charlas de difusión y una convocatoria para trabajar en un proyecto minero a unos 5 kilómetros de la ciudad. Prometían trabajo, inversión. Todo lo que el pueblo con un alto índice de desocupación necesita oír.
A poco de andar, los vecinos de la ciudad comenzaron a estudiar el tema. Enormes tajos en la montaña, cianuro en toneladas, miles de litros de agua por segundo… Miles de litros de agua con cianuro y metales pesados, arrojados luego a los diques de cola al aire libre. Enormes caminos para enormes máquinas. Cientos de camiones llevando a la ciudad, veneno, químico y explosivos. Explosiones, polvo. Respirar, beber, vivir… se haría imposible.
La respuesta popular fue autoconvocarse y salir a las calles a decir “NO A LA MINA ” de frente al Estado, a las instituciones y a sus políticos, que siempre estuvieron al servicio de la minera.
Miles y miles en cientos de marchas de todo el pueblo “arrancaron” el plebiscito que 23 de marzo de 2003, que dio como resultado 11.065 votos por el NO (81 % del padrón electoral) contra 2.567 por el SI.
Con este triunfo el pueblo de Esquel lanzó la alerta al resto del país y se convirtió en la primera derrota del proyecto antihumano de la burguesía y sus mineras.
El último sábado, como todas las semanas, miles salieron a las calles para festejar el 10° aniversario del plebiscito y ratificar, de manera masiva, una vez más, el rechazo a la mega minería.
En su recente documento señalaron: “ofrecer desde nuestros corazones este festejo de hoy a aquellos luchadores populares que ya no están, porque de alguna manera retomamos su posta. Que esta plaza de hoy sirva como homenaje de la vida a la que ellos dieron por su causa.”