El hartazgo se hizo lucha en un nuevo aniversario de aquella semana santa del año 1995 cuando las balas de la democracia de los monopolios se llevaban la vida de Víctor Choque.
Piquetes y fábricas tomadas, eran el paisaje predominante en la madrugada del jueves último en la ciudad Río Grande, Tierra del Fuego.
Los obreros metalúrgicos lo habían decidido de frente al nuevo avasallamiento por parte del Estado y gobierno provincial que grababa en 1% más los Ingresos brutos a sus ya diezmados salarios, a través de una reforma tributaria recientemente decidida.
Para la mayoría puede resultar extraño, ¡¡¡ingresos brutos al salario!!! Pero en este verdadero reino de la flexibilización laboral y la promoción industrial de este gobierno “Nacional y Popular” donde más del 80 % de los trabajadores son contratados y el salario paga ganancias, el impuesto a los ingresos brutos, sigue la misma lógica y es coherente con la superexplotación hacia los trabajadores.
La jornada de paro y movilización estaba en marcha. La exigencia de la derogación de ingresos brutos, la efectivización de contratados, aumentos de sueldos, como eje central de ataque a la ley flexibilización laboral, la reincorporación de los recientemente despedidos de la metalúrgica Famar y la exigencia de la renuncia de la gobernadora Fabiana Ríos y toda la legislatura, fueron los ejes políticos con los que más de 4.000 obreros bloquearon el acceso de la ruta 3 y se movilizaron desde el parque industrial hacia la ciudad, sacudiendo los cimientos de este régimen de explotación y saqueo de la burguesía.
En el marco de la actual agudización de la lucha de clases, este acontecimiento producido por los trabajadores metalúrgicos empieza a marcar un nuevo escalón en la confrontación con la burguesía; el combate en el terreno político. Único camino que logrará la unidad de la clase obrera con todo el pueblo para terminar con el régimen de explotación, opresión y despojo de la oligarquía financiera.