Estamos en una época en donde esa frase tan popular lo resume contundentemente.
Ahora vendrá el debate por arriba, se prolongará hasta una nueva tragedia, el gobierno hará política, la oposición parlamentaria lo mismo y el pueblo seguirá poniendo los muertos, los heridos y las consecuencias de un accidente que trasciende el hecho en sí mismo. El Estado dejará al desamparo a quienes de una u otra manera seguirán la por la vida con ese peso doloroso.
¿Son catástrofes evitables? o ¿son cosas de “la vida”?
¿Por qué a diario nos levantamos y nos acostamos con noticiones que afectan al pueblo?
¿Son casualidades?
Para nosotros, en su mayoría son catástrofes evitables y de ninguna manera “casualidades de la vida”. Mucho menos querer encontrar un chivo expiatorio para evadir responsabilidades de Estado.
¡Tres muertos y 315 heridos, cinco de ellos de gravedad! “señores” del Estado Capitalista, ustedes son los sostenedores, interesados y receptores de los grandes negocios que utilizan al pueblo como cualquier otra mercancía. “Usan” las fuerzas productivas Hombre y las tiran a la basura, enaltecen en los hechos la frase “la vida no vale nada” y luego se hacen los distraídos en sus responsabilidades de Estado.
El sistema capitalista y sus sucesivos gobiernos destruyeron los ferrocarriles. El negocio de producir camiones, cubiertas, rutas transformadas en autopistas o autovías truchas para recaudar para pocos, etc. fue a costa de millones de argentinos que se vieron mortificados por esos negocios aberrantes. Millones de horas de fuerzas productivas Hombre se arrojan a la basura diariamente transportando personas y mercaderías para un consumismo absurdo y aberrante. Se producen cantidades de cosas inservibles a costa de calidad sacrificando la vida humana y la naturaleza. El sistema capitalista necesita de “camiones” para producir ganancias, se fabrican cubiertas y miles de componentes para transportar NADA.
El sistema por el cual luchamos necesitará de vías férreas, producir trenes capaces de transportar productos de calidad para el Hombre.
El Estado revolucionario de todo el pueblo y administrado por el pueblo comenzará a dar respuesta inmediata. Tenemos todo para hacerlo, la fuerza productiva principal, el Hombre, tenemos un grado de desarrollo de fuerzas productivas más amplias, tenemos altos hornos, tenemos materias primas, tenemos organización social para producir. De un día para otro se trazará una estrategia de transporte colectivo y reconvirtiendo la industria automotriz en función de las soluciones sociales. Recordemos que bajo el capitalismo, la empresa Ford en la segunda guerra mundial pasó en horas de producir coches a producir tanques y transportes para la guerra. Un gobierno revolucionario de todo el pueblo será infinitamente superior para encontrar las respuestas ante tan agudos problemas que la vida nos presentará en función de un transporte social.
El Estado capitalista y sus gobiernos de turno están taponando al Hombre, no lo dejan desarrollar. Se produce basura, aplican toda la inteligencia humana, su fuerza de trabajo para “La Nada”, nos llevan a una carrera absurda, vamos detrás de la zanahoria.
Nada de esto hubiese pasado si un sistema socialista, un nuevo Estado revolucionario de todo el pueblo hubiese administrado el transporte colectivo.
La calidad de productos será superior porque cada uno de los argentinos sabremos que ese producto que estamos haciendo va para su propia familia, ya no se necesitarán millones de horas de trabajo para producir basura y que muchos no pueden acceder.
Se podrá volver a horarios “humanos” de trabajo, sin sacrificar la familia y el dolor de no poder ver crecer a nuestros hijos. Los trenes servirán para transportar personas y mercaderías reduciendo el despilfarro actual de recursos humanos y de naturaleza, en fin la causa del dolor fundamental que a diario padecemos está en el sistema capitalista y de las instituciones que lo sostienen con sus funcionarios a la cabeza. Para muestra basta un botón, lo de ayer era evitable, por ello mismo persistiremos para pararles la mano a los monopolios y simultáneamente seguir luchando por construir un Estado revolucionario de todo el pueblo.