Esta semana, pasó casi inadvertida una lucha que se desarrolló en el corazón del capitalismo mundial. El lunes 29 de julio, los trabajadores de las cadenas de venta de comidas rápidas como Mc Donald’s, Burger King, Wendy’s, Taco Bell, Domino’s Pizza, entre otras, realizaron una huelga y manifestación callejera en reclamo de un aumento salarial. La medida tuvo epicentro en la ciudad de Nueva York pero se extendió a decenas de otras ciudades norteamericanas.
El reclamo apunta a aumentar el precio de la hora de trabajo de 7,25 dólares a 15,50, exactamente el doble. Los trabajadores denuncian que trabajar por 7,25 dólares la hora no garantiza no sólo poder comer todos los días sino hasta el poder pagar el transporte para ir a trabajar. Tan real es lo que denuncian que la propia empresa Mc Donald’s, unos días antes de la protesta, había dado a conocer una “Guía de Planificación Financiera” en la que indica cómo hacer para vivir cobrando 7 dólares la hora. En una muestra cumbre del cinismo, en esa misma guía para “ayudar” a sus trabajadores la empresa termina concluyendo que es imposible vivir con ese salario por lo que recomienda tener dos trabajos!!!
Lo tragicómico de la anécdota denuncia y desnuda a dónde ha llegado la sinrazón y el carácter absolutamente inhumano del capitalismo en su fase de descomposición. Ya la burguesía monopolista ni siquiera garantiza el mínimo sustento para que la mano de obra que explota pueda alimentarse para volver a ser explotada. Y hablamos que esto ocurre en Estados Unidos, pulso y corazón del capitalismo mundial, ejemplo a seguir para los apologistas del sistema. Millones de familias trabajadoras de ese país sobreviven con esos salarios miserables lo que provoca que millones de trabajadores vivan bajo el nivel de pobreza.
La lucha de los trabajadores de Mc Donald’s y otras empresas expresan el grado de movilización que recorre el planeta entero; movilización que no sabe de fronteras y que ya no “respeta” pelo ni seña a la hora de la lucha por la dignidad.