En el día de ayer, en horas de la madrugada, un interno de la empresa de colectivos Nº 216 tomó rumbo desde Morón hacia Merlo. Cuando, a las pocas cuadras, levanta a un individuo que hasta ahí podía suponerse que era un pasajero más, hasta que pronuncia un “¡llevame gato!”. Lo consecutivo fue un enfrentamiento verbal hasta que el sujeto sustrae un arma de fuego disparando a la humanidad del chofer con la desgracia de haber impactado en la mano izquierda del compañero.
Dándose a la fuga el delincuente, el acto reflejo de nuestro compañero fue continuar hacia la cabecera media, donde están los delegados, en un estado de confusión y dolor. Asistido y fuera de peligro, el repudio y la acción del conjunto de los trabajadores de la empresa forzaron el paro que se sostuvo desde la hora 7 aproximadamente hasta la hora 10.
Lo extraordinario fue la unanimidad del odio, la acción y el repudio de todos los compañeros de la empresa ya que el paro fue total. No faltaron los operadores de turno para frenar y minimizar los hechos quienes evidentemente fueron desbordados. “Fue en el marco de una discusión y no se puede definir como un hecho de inseguridad”, decían y les contestamos ¡sí, fue un hecho de inseguridad! Qué evaluación tan estúpida estaríamos haciendo si pensáramos que una discusión justificara la portación de un arma y su posterior uso ante el desacuerdo, o sea “no me gusta lo que me dijiste por eso te mato gato”, ¿esa sería la lógica, Sres. del gremio? “No, tan estúpidos no son. Pasa, justamente, con estas actitudes, que afirman su filiación al modelo y al proyecto del gobierno y el sistema. Desesperadamente quieren guardar bajo la alfombra toda la podredumbre y que todo siga como si nada. Para agregar una anécdota a su patetismo, prohibieron exponer ante las cámaras de Crónica TV, a nuestros delegados y, en su lugar, cedió la nota el referente zonal del gremio Carlos Franco que ni siquiera, en su vida, fue chofer de la 216”.
El paro culminó con la presencia del Comisario de la Comisaría 1ª de Morón firmando un acta de compromiso. No es la solución, lo sabemos. El paro no resuelve el problema de la inseguridad, también lo sabemos. Pero este paro es un grito de ¡basta! ante el silencio. No nos importa la verdura que nos quieren vender y todo lo que quieren tapar en el marco electoral, y lo que sí sabemos es que ya no les dejamos pasar una injusticia más ni tampoco vamos a dejar que se esconda la agresión a ningún compañero y estaremos dispuesto a redoblar la apuesta para que esto no se repita y si gobierno, empresa y sindicato no están a la altura de resolver nada, hoy los trabajadores empezamos a demostrar la posibilidad concreta de que la solución está en manos de los trabajadores. Que hoy, en un hecho histórico, la 216 se haya puesto de pie con unidad y decisión por el resguardo de la vida de todos los compañeros.