Una vez más como tantas, el dolor y la angustia nos cae de lleno sobre nuestras espaldas, porque la injusticia capitalista, se cobró una nueva vida de un obrero que se cayó de un techo mientras estaba realizando tareas laborales que se le habían asignado. Esta vez en la fábrica de aberturas Oblak, en Virrey del Pino, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires.
Aquí publicaremos la carta que nos llegó de uno de sus compañeros, que expresa y sintetiza claramente el sentimiento de la clase obrera frente a la desidia capitalista tras la desmedida ambición de los empresarios, que con el objetivo de obtener cada vez más ganancias, exponen a los obreros a condiciones de trabajos deplorables, donde permanentemente corremos riesgos de deteriorarnos la salud, sufrir fuertes accidentes o el caso más trágico como este, de hasta perder la vida.
“Gracias compañeros, la verdad estoy destruido. No tengo palabras para describir el dolor y la rabia que siento!!!. Vivimos como morimos trabajando, sumidos en sus mierdas y mientras se llenan los bolsillos, hoy una familia va a esperar que venga su marido, su papá , su tío, su hermano, pero no va a llegar porque se quedó en el camino queriendo progresar, brindarles un pasar un poquito mejor a esa familia que tanto anhela su regreso del trabajo. Y lo van a estar esperando lamentablemente para siempre por culpa de esta burocracia asesina, estos hijos de mil puta que piensan que nosotros somos un número, que atrás de ese que se fue, hay 20 más. Algún día esto va a cambiar y nos vamos a dejar tantas muertes en vano”.