Jugando al gran bonete con el pedófilo. El caso del delincuente pedófilo conocido como el padre Grassi, llega a limites tan gráficos de lo que es la justicia burguesa que mas allá de llenar de indignación tanta impunidad es toda una escuela que demuestra que en este país no se castiga el delita, se castiga la pobreza .
Cuando se alzan voces de la mano dura y demagógicamente se pronuncian por rebajar la imputabilidad a 14 años, o se dan nombramientos a matones apologistas del gatillo fácil, como el flamante ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, no hace más que confirmar y, al mismo tiempo explicar, el verdadero carácter de la justica burguesa. Es decir, solo está para mentir, engañar, pero sobre todo para tomar medidas que solo benefician a los Monopolios y atenten contra el pueblo, como por ejemplo las leyes que reprimen la protesta social y cuando no, por producto de el desinterés por la vida humana cuando se producen catástrofes como las del tren Sarmiento, o la explosión de Rosario, enseguida meten mano para culpar a un obrero.
Ni hablar de los asesinatos a los menores por el gatillo fácil por parte de la policía que se producen a diario en todo el país. Este tipo condenado y recontra condenado, porque no hubo forma de disfrazar las pruebas contundentes contra él, siendo culpable y todo, hace más de diez años que sigue libre. Y ahora, que la Suprema Corte le confirmó la sentencia porque no le quedaba otra (previa consulta con el jefe de la Iglesia, el Papa Bergoglio , donde no hay que olvidar que la iglesia está muy desprestigiada a nivel mundial por ejercer sistemáticamente estas prácticas, viéndose obligados a dar un paso atrás en sus debilidades mundanas), por lo cual terminaba siendo muy bochornoso que Grassi esté en la calle.
Es más, hasta el nefasto Mariano Grondona se sumo a una «colecta» que hicieron para recaudar fondos para pagar los abogados y algún adorno seguramente para los jueces, pero fundamentalmente con una clara actitud de preservar el espíritu de clase ante la acusación de un «negrito» contra uno de los suyos . Hasta hace recordar el papel de la burguesía en defensa del asesino Astiz, que nadie sabía porqué pero no se lo podía tocar, y lo terminó condenando la presión de nuestro pueblo, como va a terminar resultando con el pedófilo de guante blanco, el cura Grassi. El tribunal número 1 de Morón tiene la responsabilidad de dictar de oficio la detención en el aspecto legal, y se hacen los distraídos.
Pero no importa, es la presión y el clamor de la opinión de las grandes mayorías que profundizando la descredibilidad en las instituciones del sistema la que los va a obligar a los jueces de la burguesía a meter preso a este delincuente.