PRELUDIO DE UN NUEVO GENOCIDIO. El anuncio de la instalación de una base militar en Juan José Castelli, a poco más de 200 km. de las fronteras con Paraguay y Bolivia, no son para cuidar el territorio del posible enemigo exterior, sino como un ensayo de operaciones de inteligencia interior para preparar y coordinar la lucha y represión de los sectores más empobrecidos de nuestra sociedad que diariamente luchan en el chaco contra el despojo de sus tierras y su derecho a tener acceso a una vida digna.-
La propia instalación de la III Brigada de Monte en La Liguria, bajo la comandancia del General de Brigada Walter Temperini (oriundo de Quitilipi), recibido durante la dictadura genocida de Videla en la década del 70, y formado militarmente en la teoría del enemigo interior y la doctrina de la seguridad nacional, como jefe máximo del llamado pomposamente “Escudo Norte”, que contempla tarea de apoyo a “necesidades sociales , llevando a cabo operaciones de protección civil, ayuda contra catástrofes y emergencias”, palabras que tienen una similitud sospechosa con las pronunciadas por el espía norteamericano Edwin Passmoore quien se reunió varias veces con Capitanich para la instalación de la Base Yanqui en el aeropuerto de Resistencia, avalan esta sospecha.
El narcotráfico es la forma delictual más perversa que atenta contra nuestro pueblo y esencialmente la juventud y cuyo ingreso, instalación y consolidación en nuestra patria solo se pudo dar en el marco de la protección e impunidad brindada por funcionarios del más alto nivel político y la complicidad o beneplácito de las agencias de seguridad interior (policías gendarmería prefectura), durante los últimos quince años, según palabras de los obispos-
Al gobierno de Ivanoff y su ministro Berbek, no les interesa la lucha contra el tráfico de drogas, de lo contrario hace rato que debían haber tomado medidas concretas con detenciones ya que son de la zona del Impenetrable, conocen el territorio, conocen las actividades y modus vivendi de cada uno de los ciudadanos de esa zona y los distintos cargos políticos que ejercieron durante los últimos 15 años, les permitió conocer toda la actividad ilegal (además Ivanoff es abogado).
La instalación de la base militar en Castelli tiene un objetivo distinto y de más largo plazo. Pretende ser una base de inteligencia y control de los pueblos originarios y de los sectores campesinos que luchan contra el despojo y la entrega de sus tierras a las grandes compañías multinacionales que tienen su mirada en las tierras del impenetrable para instalar sus negocios agropecuarios de producción masiva de alimentos para exportación.
La base militar es para controlar detener y/o reprimir las luchas de la población, defendiendo los intereses de los monopolios agroexportadores a quienes el gobierno les va entregando paulatinamente la explotación de esas tierras, expulsando a las comunidades originarias y pobladores criollos de esos dominios.
La provincia del Chaco será tomada como tierra de ensayo de una “nueva teoría” de seguridad nacional .
Las luchas de los pueblos originarios y criollos es la nueva hipótesis de conflicto del ejército argentino, violando todas las normas legales y constitucionales que rigen su actividad, y esto con el apoyo del gobierno provincial que tiene su antecedente en la década del 70 cuando en el marco de la hipótesis de lucha antisubersiva, la dictadura militar creó el pueblo de FUERTE ESPERANZA en el corazón del Impenetrable, en el marco de la brutal represión, asesinato y desaparición de los militantes de las ligas agrarias que se enfrentaban ya en esa época, al saqueo y entrega de nuestro patrimonio del llamado PLAN AGREX.
La memoria y la alta capacidad de lucha adquirida por la población del Chaco, frustrará este nuevo intento represivo del gobierno de Ivanoff, quien sólo defiende los intereses y las ganancias de los monopolios y pretende imponer desde su concepción autoritaria, soberbia y antidemocrática, un escarmiento al pueblo chaqueño.