Luego del aumento que los gobernadores de distintas provincias les dieron a la policía, la lucha salarial, fundamentalmente en el terreno de estatales y docentes, se prepara sobre la base de movilizaciones y huelgas exigiendo altos porcentajes de aumentos, que se equiparen a los aumentos que se le dieron a la policía y que ronden por el valor oficial a la canasta familiar, en un básico de $8.500.
Si bien todavía no han empezado, en gran medida, los conflictos por aumentos salariales para el 2014, la burguesía preocupada por el efecto de contagio que pueda causar al resto de la clase obrera industrial, comienza a intentar ponerle paños fríos a una disputa que viene muy caliente con un estado de ánimo de bronca y descontento generalizado producto de una alta inflación que licuó el poder adquisitivo de todos los trabajadores.
En este sentido, en la provincia de Buenos Aires, tanto la gobernación, como los intendentes municipales y las burocracias sindicales, comienzan a tomar posición a sabiendas de que los trabajadores no darán tregua en lo que respecta a lo salarial. Por lo tanto los intendentes de diferentes municipios, comenzaron a reunirse con Daniel Scioli, para “establecer un aumento de sueldo moderado” y de esta manera intentan ponerle un techo al aumento en paritarias de no más de un 25%.
En el caso de los docentes, intentan apresurar la discusión paritaria, aprovechando el receso escolar, con la intensión de frenar el poder de movilización y de huelgas, para poder controlar la puja por los salarios. En este sentido, el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, salió diciendo que pedirán un aumento al básico, para que pase de 3.600 pesos a 4.500 pesos, para después debatir las paritarias. Desde ya, todas artimañas políticas para tratar de desviar los inminentes enfrentamientos en este terreno, luego de que a la policía se les concedió un aumento de 50% donde los sueldos iniciales superan los 8.500 pesos de bolsillo.
Asimismo, tanto Scioli quien anunció el día viernes, que convocará a paritarias a los gremios tanto de docentes como estatales, para la segunda quincena de enero, como Massa quien salió a festejar el anuncio, indican la clara intención que tienen ambos de intentar ponerle paños fríos a la discusión salarial, y del terror que le tienen a las movilizaciones y enfrentamientos que se den en un marco de profunda debilidad política.
Así comienza el año, donde aquí, sólo se asoma una pequeña parte de lo que va a significar un año, donde la lucha por el salario de los trabajadores asalariados y luego de la clase obrera industrial, serán punta de lanza en la lucha de clases de nuestro país, ya que las condiciones políticas para que la clase obrera y el pueblo avancen en sus conquistas, se agigantan, frente a la defensiva política en la que se encuentra el gobierno de los monopolios.