El martes último los trabajadores de Goodyear en Amiens, en el norte de Francia, tomaron la planta y mantuvieron como rehenes, por 30 horas, a dos ejecutivos de la empresa, agudizando la crisis política de la burguesía y su gobierno -el “socialista” Hollande-; recalentando la atmósfera explosiva en ese país dominado por las luchas obreras, la rebelión fiscal, las protestas de los maestros, los trabajadores por cuenta propia y comerciantes.
Los acontecimientos de la semana pasada son el corolario de una larga lucha que han llevado los trabajadores en los últimos 5 años.
Todo empezó en el 2007, cuando el gigante Goodyear pretendió reestructurar la planta de Amiens, especializada en neumáticos de vehículos de trasporte y maquinaria agrícola. Desde entonces viene proponiendo sistemáticamente, con el argumento de la crisis, aumento de las horas de trabajo en la planta a cambio de “garantías de empleo”, “retiros voluntarios” y se han encontrado con una tenaz y muy eficaz resistencia, tirando por tierra cada una de las propuestas.
El jueves 2 de enero la empresa Goodyear anunció el cierre por completo de la planta y el despido de la totalidad de los trabajadores. Los trabajadores respondieron con la toma de la planta y la retención del gerente de producción y el director de recursos humanos. Método utilizado también por los trabajadores de Caterpillar, 3M y Sony en los últimos años.
«Hemos agotado todos los recursos y medios legales, por lo que ahora estamos cambiando de rumbo.» Dijo un vocero de los obreros. Y en verdad lo lograron, pues sacaron el conflicto de la mera lucha reivindicativa a la arena política, que junto al conflicto de los trabajadores de la fabricante de acero Arcelor Mittal por el cierre de un alto horno y despidos, son la piedra política en el zapato de la burguesía para continuar con los ajustes.
Sabedora, por décadas de experiencia, que estos dos conflictos políticos generados por el proletariado pueden ser los verdaderos detonantes de la bomba social, y sintiéndose acorralados retroceden en todas sus líneas en sus aspiraciones de mayor explotación y opresión a los trabajadores y el pueblo Franceses.