En los últimos días de diciembre pasado el Gobierno de Chubut cerró las “negociaciones” de la readecuación de los contratos de explotación con YPF en el marco de la nueva Ley Provincial de Hidrocarburos.
En la misma, “YPF se compromete a destinar una suma a determinar a favor de los sindicatos – Petroleros Privados, Petroleros Jerárquicos y el Sindicato Unido de Petróleo e Hidrocarburos (SUPeH)-, a efectos de contribuir a la realización de obras de infraestructura destinadas al bienestar social y salud de los trabajadores”.
“Los sindicatos que resulten beneficiados con estas contribuciones de YPF, se comprometen a sostener y promover la Paz Social en la Provincia, condición necesaria para la realización de los pagos correspondientes”.
Estos tipos de retribuciones económicas con los aparatos sindicales, no es la primera vez que son impulsadas por las empresas, siempre se reeditan cuando los trabajadores permanentemente cuestionan las estructuras del poder de la burguesía y avanzan en su organización independiente cuestionando las vetustas y serviles estructuras sindicales.
Baste recordar los acuerdos del SMATA en las paritarias de 1975, por aquel entonces encabezado por el difunto José Rodríguez, con las terminales automotrices donde se destinaba el 1% de su facturación mensual a un “Fondo Extraordinario de Acción Social” para “el mejoramiento de la producción mediante la erradicación de todos los factores negativos que puedan perturbar el normal desenvolvimiento de la actividad laboral y empresarial”, fondos que fueron destinados a financiar a la persecución, desaparición y asesinato de ciento de dirigentes obreros.
Este acuerdo ratifica y blanquea que los sindicatos son una gerencia más de las empresas y que los mismos son financiados por las mismas en función de su interés y no de los trabajadores.
Pero como todas las iniciativas del poder, de sus gobiernos y sus “instituciones de control social”, llegan 2 minutos tarde. Su suerte ya está echada… Los trabajadores y el pueblo han emprendido el camino de la construcción de sus herramientas políticas reivindicativas con las cuales sabrán arrasar con todos los escollos que le ponga la burguesía en su transitar al nuevo orden social.