Hace pocas horas el Estado “autorizó” a la industria automotriz a importar los componentes necesarios para garantizar el producto terminado.
Queremos hacer un juego con nuestro lector y le damos a adivinar ¿quién autorizó a quién? Veamos:
Por el lado de las empresas estuvieron presentes en el encuentro los presidentes de General Motors, Isela Costantini; Toyota, Daniel Herrero; Fiat, Cristiano Ratazzi; Renault, Thierry Koskas; Iveco, Natale Rigano; y Peugeot, Luis Ureta Sáenz Peña; y ejecutivos de Volkswagen, Ford, Honda, Mercedes Benz, Scania, y el director ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), Fernando Rodríguez Canedo.
Es bueno recordar que el “señor” Ratazzi de Fiat se incorporó de lleno al apoyo a las medidas de gobierno, hasta hace poco un “díscolo amenazante”.
También estuvieron presentes los secretarios de Industria, Javier Rando (consultor en organismos internacionales como el BID ); de Planeamiento Estratégico Industrial, Horacio Cepeda (en diciembre del 2013 pasado, fue denunciado por supuesto pedido de sobornos a importadores para otorgar licencias.); y, por el Ministerio de Economía, los subsecretarios de Comercio Exterior, Paula Español (doctora en Economía de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS) de París); y de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad, Mariana González.
¡Sí, adivinó!, señor lector.
La industria automotriz seguirá recibiendo subsidios multimillonarios, podrá importar lo que quiera, recibirá del Estado del cual es parte y arte el “apoyo” para producir autopartes y, desde ya, pagará un salario devaluado en 30%.
La presidente les dijo a los obreros que hay que “cuidar” la fuente de trabajo, no sean “desmedidos” en los pedidos de aumento y salgan a cuidar el precio “cuidado” en las góndolas.
Sra. Presidente usted, como nosotros, sabe que no hay burguesía nacional, con el ejemplo de la industria automotriz y demás empresas monopólicas que tienen sus hombres en las instituciones del Estado, aquellos que no se ven pero se sienten, los que firman los mandatos de los monopolios con decretos y resoluciones son el verdadero poder, son la oligarquía financiera a la cual usted responde.
Ellos son los dueños del poder y los “representantes” del gobierno que participaron de la reunión, ustedes no lo dijeron pero nosotros sí, antes de entrar al recinto pidieron un elegante permiso no sin antes arrodillarse en el felpudo que tendieron sus jefes.