En los últimos meses la burguesía se ha lanzado a intentar “recuperar el control de la calle” con marchas y contramarchas, debido al alto costo político que paga el poder burgués que no dispone ni de crédito ni consenso popular. Por un lado, el gobierno ha ensayado, a través del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, distintos desalojos de rutas y calles buscando la aprobación de los sectores más acomodados de la pequeña burguesía urbana que legalice políticamente su accionar. Por otro, varios gobernadores han hecho lo mismo, como el caso emblemático del gobernador del Chaco, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, en un intento de disciplinar a los trabajadores y distintos sectores sociales, en la última semana, acorralado por las cotidianas manifestaciones populares que cortan rutas nacionales y bloquean todos los centros urbanos de la provincia, lanzó la represión dejando a 10 personas heridas y 20 detenidos generando el repudio de toda la sociedad.
La burguesía siempre presenta toda conquista y avance en las libertades políticas y sociales de nuestro pueblo como si fueran gracias a la “generosidad”, “grandeza” y “espíritu democrático” del gobierno de turno y no por la lucha de nuestro pueblo. Para este sistemático ocultamiento de la verdad cuenta con la prensa escrita, radios, TV, donde desclasados intelectuales “progres” a sueldo y toda una caterva de “comunicadores” actuando al unísono, desde este gigantesco aparato de propaganda, ocultan verdades e instalan las mentiras.
Es así que en el ‘83 la derrota de su dictadura fascista fue gracias a sus partidos políticos y sus “líderes” y no por la larga lucha del todo el pueblo.
Del mismo modo, las restringidas y limitadas libertades políticas en la cual hoy nos movemos y que cotidianamente debemos defender frente a los intentos permanentes de recortarlas por parte de la burguesía y sus instituciones, son por su benevolencia y su “modelo de inclusión” y no por el gigantesco recule en todas sus líneas a que los obligaron, más precisamente desde el verano del 2001/ 2002 en adelante, las formidables movilizaciones populares y el “que se vayan todos…”.
Hoy pretenden “recuperar el control de las calles” con el discurso de que los cortes y movilizaciones perjudican a terceros y es necesario abandonar su “tolerancia” deformando la realidad y ocultando la lucha de muestro pueblo donde en miles de cortes y movilizaciones, a lo largo y ancho del país, conquistó e hizo suyas las rutas y las calles como el escenario más efectivo en la lucha política, social y reivindicativa. Lucha que, en más de dos décadas costó a ciento de miles de hombres y mujeres de nuestro pueblo, nunca mejor dicho, sangre, sudor y lágrimas, con decenas de muertos, casi 50 presos por luchar y más de 6 mil procesados.
Las calles son del pueblo y las defenderá como las ganó, con decisión y firmeza, masividad, simultaneidad y multiplicidad de acciones; única fórmula que cuenta el pueblo para hacer inútil la reacción burguesa, su gobierno y el Estado a su servicio.