Una movilización gigantesca que congregó a unos 60.000 docentes en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, expresó claramente la disposición a la lucha y a sostener la demanda por aumentos de salarios que los trabajadores vienen reclamando.
Ninguna vocación negociadora, entregadora o traidora puede imponerse ante tremenda fuerza de trabajadores. La lucha, la movilización, la conducta combativa, superan cualquier resultado final de la paritaria del sector.
El ejemplo de lo que pasó el año anterior es claro: ningún arreglo por arriba, ningún decreto, ninguna medida represiva que intente detener esta oleada podrá frenar la fuerza que impulsa a los trabajadores a reivindicar su dignidad de vida. Lo único conseguido por el Estado al servicio de los monopolios, en aquel momento, fue tirar la pelota hacia adelante. Son muy superiores ahora las fuerzas decididas que se movilizan y dan combate.
La encerrona de la burguesía y su gobierno reaccionario se estrecha más y más ante masas cada vez más decididas a dar batalla y hacer posible el logro de conquistar lo que les es quitado por una minoría parasitaria (monopolios y Estado).
Los trabajadores, en este caso, docentes, se movilizan y luchan masivamente para que el Estado destine recursos económicos a pagar su fuerza de trabajo y a mejorar sus condiciones educativas, al tiempo que los monopolios pretenden obtener los mismos recursos para que el Estado se los otorgue (en forma de subsidios, préstamos blandos, coimas, y otras cientos de formas) para sus negocios.
Pero esta enorme movilización no ocurre en forma separada e inconexa de otros fenómenos simultáneos que se dan en esta sociedad en donde las fuerzas enfrentadas avanzan o retroceden (según sea el caso) formando un solo conjunto, de tal manera que no hay espacios vacíos. La fuerza de los trabajadores es la que está marcando en este momento dicho movimiento siendo la burguesía y su gobierno los que retroceden. Ésa es la conexión entre la avanzada proletaria cuya punta más erguida se expresó en la reciente lucha victoriosa de los trabajadadores de la industria autopartista y metalúrgica de Córdoba, la aparición material, luego de una imponente movilización del pueblo chaqueño, de una alternativa revolucionaria en el plano nacional, dispuesta a disputar el poder a la burguesía, y esta extraordinaria expresión súper masiva de los trabajadores docentes en La Plata.
Porque lo que estamos mencionando es sólo el fenómeno que aparece, pero así como son más de 12 provincias las que aún mantienen el conflicto docente, aunque sólo aparezca muy evidentemente la de Buenos Aires, la mayoría de los sectores de trabajadores aún no han “resuelto” el problema salarial y esa lucha está vigente.
De ahora en más, cada lucha, cada movilización, practicando la voluntad irrefrenable de las masas movilizadas en plena lucha por conquistar lo que crean con sus manos, corazones y mentes en el trabajo diario cotidiano y que los monopolios se llevan, deberán tener una referencia hacia un objetivo político común y acumular en una fuerza unitaria las enormes fuerzas populares, hoy todavía dispersas, capaces de poner fin a esta oprobiosa realidad impuesta por una ínfima minoría oligárquica.