La extendida movilización, la lucha permanente frente a todo tipo de saqueo, una vida digna como bandera, el cuestionamiento, el hartazgo a las políticas de este sistema, el estado asambleario y deliberativo, la acción directa y la democracia directa, son los elementos que “marcan la cancha” del actual estado de cosas.
La lucha de clases se agudiza. Ni más ni menos que eso, lo que no es poca cosa… porque las grietas abiertas en las estructuras e instituciones del poder, lejos de cerrarse se ensanchan aún más. Las pretenden maquillar, es cierto, pero en un escenario como este, en donde se acrecienta la confrontación abierta contra sus políticas de clase, las luchas nacidas desde abajo comienzan a mostrar una fortaleza política que mueve todo su andamiaje.
Pretender analizar de algún modo, el paro nacional del día de hoy por fuera de este contexto no sirve absolutamente para nada y es, en definitiva, hacerle el juego al puterío político con el que pretende embarrar la cancha la burguesía.
Lo que estamos viviendo hoy, con el país paralizado, no es otra cosa que la “puesta en escena”, la representación de lo que señalamos al principio: el descontento que existe por abajo –y no otra cosa- es lo que empujó a ciertos personajes sindicales a llamar este paro.
Y en ese marco, los trabajadores nos manifestamos, de diversas maneras, pero al unísono, como una expresión política de lo mal que estamos viviendo, mucho más allá de los sindicatos y cualquier estructura de la burguesía que –atravesadas por una profunda crisis- ya no encorsetan a nadie.
Porque desde la institucionalidad burguesa, este es un intento fallido de presentar a cierta parte del sindicalismo como una “opción”, una “alternativa” para intentar contener de alguna manera a un movimiento de masas en ascenso. Por eso decimos que desde ellos este es un paro defensivo, frente al avance de la clase obrera.
Si hasta es “sorprendente” escuchar a un Moyano absolutamente cauto… aclarando que esto no es un plan de lucha… que problemas hay muchos pero que si los llaman, ellos se sientan a conversar…
Queda claro que esta fue una medida obligada frente a la fuerte lucha de nuestro pueblo que intentó servir de colchón a un estado de ánimo caldeado en todos los asalariados. Ellos saben que fomentar la movilización en la calle implica elevar el potencial de enfrentamiento de lo que está latiendo en la bronca de cada trabajador.
Porque en realidad, por abajo está todo podrido; y este tipo de manotazos de ahogado no son otra cosa que intentar apagar el incendio con nafta…
La movilización, el paro por abajo se expresa hoy en muchos puntos del país. Tomemos la experiencia del parque Industrial de Pilar, por ejemplo, no porque sea la única sino por la importancia estratégica que este tiene. Allí, se cortaron hoy desde las 5 de la mañana todos los accesos al Parque, propuesta surgida desde una asamblea de fábrica y avalada en la Interfabril. La actividad de ese centro industrial está totalmente paralizada, en donde se realizan volanteadas, asambleas de los trabajadores movilizados, carteles con las demandas y reivindicaciones propias y el reclamo por la liberación de los trabajadores petroleros de Las Heras.
Que este paro dominguero se lo transformemos en verdaderas hogueras en cada lugar de trabajo, impulsando la lucha activa, la movilización en el terreno fértil en donde el aparato empresario-sindical flaquea, es muy grave para la burguesía.
Continuemos avanzando haciendo pesar las nuevas formas de organización de los trabajadores, donde el estado asambleario, la democracia directa y la acción directa ejerzan un peso decisivo y fundamental en cada lucha.
Tengamos bien presente que se abren nuevos horizontes en el proceso revolucionario y eso le taladra la cabeza a la clase dominante, dispuesta a todo a la hora de ir contra los intereses populares.