La cruzada electoral apesta

¡Qué derroche fantástico de fuerzas productivas! Todos en la defensa de este sistema injusto. Los une el preservar  la dominación de clase.

Lo curioso y hasta risueño es cómo las máscaras de la hipocresía se van cayendo, se desgrana un rostro ya podrido. Por un lado los claros defensores de la democracia  burguesa y por qué no fieles y serviles en cada momento que les tocó vivir a los gobiernos genocidas. Figuras repetidas, insoportables. También están los gatopardistas, es decir  aquellos que se postulan con bravuconadas de toda especie, críticos pero fieles al sistema que apuestan a cambiar todo para no cambiar nada, de éstos hay de todo con en “la viña del señor”. Y después están los “exaltados de izquierdas”, que con unas cuantas verdades a cuestas o mejor dicho con verdades a medias que es la peor mentira, aparecen aconsejando desde “izquierda” al sistema de dominación impuesto. Pululan propuestas pero…dentro del sistema electora y de democracia burguesa.

Esto es, más o menos y en rasgos generales, las salidas que nos proponen, desde ya ninguna de éstas fuerzas y siempre hablando de sus estructuras parasitarias de funcionarios sacan los pies del plato, en todo caso llegan al borde del precipicio en sus acciones por empuje de nuestro pueblo…pero nada esperable de esa patraña de instituciones caducas para un sistema que es caduco.

Es en ese marco degradado y viejo  donde convive lo nuevo de la sociedad, en donde se puja por crecer, y es en esa lucha que llamamos claramente Lucha de Clases, la clase obrera y el pueblo dan muestras de vitalidad que se sostiene en el tiempo.

El sistema Capitalista frena el desarrollo de las fuerzas productivas, las tapona, las encierra herméticamente. Con esto queremos decir y hablando del tema electoral burgués que tanto agitan, es que si el sistema capitalista es un freno al Hombre, que su apetito por la ganancia lleva a más de 7000 mil millones de seres a la ruina social, ¿qué pasaría si ese tapón que es el sistema Capitalista diese paso a otra sociedad en donde el Hombre sea amigo del Hombre y de la Naturaleza?

El sistema Capitalista, el marco impuesto Electoral es propio de ese tapón impuesto al Hombre, no es casual que por allí nada sea nuevo, es lo viejo, lo que tapona, lo que “ata con alambres”  el seguimiento actual de la historia.

En las entrañas de este sistema Capitalista hay necesidad de tapar lo que fluye por abajo, son como esas burbujas contenidas de una botella de vino espumante y tapadas con un corcho que no casualmente hoy ya es de plástico.

Burbujas que fluyen equiparables con las luchas del pueblo, de nuestra clase obrera que dan la espalda al proceso electoral y luchan por sus conquistas.

Los revolucionarios entendemos que esa lucha por las conquistas es justa y consideramos que es una parte importante de esta tapa que se está viviendo de nuestra historia, en ella estamos metidos hasta lo más profundo de la sociedad, pero además de ello es imprescindible que desde esa experiencia propia que las grandes mayorías van haciendo encauzarlas  por  ese cauce al torrente de la revolución social.

En ese pensamiento entendemos que  se hace imprescindible en la hora actual darle Institucionalización al estado asambleario que nuestro pueble ejerce en cada rincón de la lucha, es decir que la Asamblea  se institucionalice como una herramienta de poder del pueblo. No estamos para darle propuestas de salida a un sistema que encuentra salida en más explotación y opresión. La Asamblea es una herramienta de poder  basada en la movilización y lucha.

Ese ejercicio asambleario impuesto es insuficiente si en el no anida desde el vamos la idea de  poder,  si no se hace consiente que esa forma asamblearia es una propuesta de Gobierno revolucionario que en la actualidad le disputa como poder paralelo al sistema de dominación impuesto.

Lo curioso y peculiar de esta etapa es que hoy las ideas de revolución en esta dirección están pasando de un carácter embrionario, de un luchar para nacer a un estado de deliberación más masivo.

Es muy grande el arco de nuestro pueblo en donde se tiene claro lo que no se quiere como salida pero también es muy grande el arco que comienza a encontrarle la vuelta o en todo caso a buscarla y no aceptar ni admitir el peso ideológico que la burguesía impuso de que no hay otra salida que más capitalismo.

 

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