Tres mil efectivos entre prefectura, gendarmería vestidos de civil, entre ellos, unos mil provenientes de Córdoba y La Pampa, personal del GEOF de la Policía Federal y un puñado de 45 efectivos de las TOE de la policía de la Provincia de Santa Fe, ocuparon la ciudad de Rosario el 9 de abril próximo pasado.
El operativo fue cinematográfico. El punto de concentración fue la ciudad de San Nicolás bajo la cobertura de un “Encuentro Nacional sobre cambio climático y respuestas rápidas en emergencias” que incluyó la participación de bellas promotoras.
La acción fue ordenada por el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner aunque la decisión fue tomada, indudablemente como siempre ocurre en estos casos, por el sector dominante de la Oligarquía Financiera, dueña del Estado a su servicio.
Al frente de la misma estuvieron Berni, y el procurador adjunto de narcocriminalidad Féliz Crous, es decir, las fuerzas de seguridad mancomunadas con el aparato de “justicia” que completaron dos jueces que impartieron las correspondientes órdenes de allanamientos y los fiscales que acompañaron las acciones.
Semejante desplazamiento se desarrolló sobre barrios situados en la periferia de la ciudad (sur, oeste y norte) en donde se efectuaron 82 allanamientos simultáneos que arrojaron los siguientes resultados según la propia información oficial: 26 detenciones, 5 armas de fuego secuestradas y 3.308 dosis de cocaína, más medio kilo sin procesar y algo de marihuana incautadas.
El gobernador de la provincia, Antonio Bonfati, se enteró del operativo cuando el mismo se estaba realizando, a pesar de la participación de policía bajo su mando, es decir que se trató de una ocupación lisa y llana, aunque el propio mandatario la avaló y alabó en forma inmediata y genuflexa.
El propio Berni, sin aludir al hecho, informó que las fuerzas represivas de ocupación estarán estacionadas en la ciudad durante un lapso sin límite para “combatir el narcotráfico y brindar seguridad a la población”.
Simultáneamente, el mismo día, en horas tempranas de la tarde, se producía el violento asalto a un comerciante al que delincuentes armados despojaron de varios cientos de miles de pesos que había retirado minutos antes de un banco.
En la mañana de hoy se conoció la noticia de un tiroteo que incluyó más de cincuenta disparos de armas de fuego entre dos sectores enfrentados del gremio de camioneros, en la localidad de Pérez, lindante con la ciudad de Rosario, que forma parte del conglomerado urbano considerado como Gran Rosario. Múltiples denuncias públicas sobre hechos delictivos siguen sucediéndose diariamente a pesar del operativo en cuestión.
Todo lo anterior, demuestra claramente lo que se sospechó desde el vamos: un operativo como el que describimos fue hecho con la intención inequívoca de amedrentar al pueblo rosarino que viene buscando formas propias de resolver los problemas de su vida por fuera del marco de las instituciones del Estado burgués.
La pantalla del “combate al narcotráfico” no puede ocultar la verdadera intención del gobierno al servicio de los monopolios. El momento político en el que se realiza, el escenario elegido en el que sabían que contarían con el aval del gobierno que rogaba por el envío de fuerzas represivas nacionales, lo delata como un intento represivo contra el pueblo rosarino a la vez que un aviso a todo el país. Nunca un despliegue de tal magnitud se realiza para el combate del delito; por el contrario sólo se efectúa contra el pueblo.
Pero, al igual que todas las “iniciativas” puestas en práctica por el poder burgués en el marco actual de auge de masas, las cuales nacen muertas, ésta también se transforma en farsa ante los ojos del pueblo y provoca lo contrario que pretende la burguesía.
No sólo expresa la debilidad del poder y su gobierno autocrático, sino que contribuye a debilitar aún más las instituciones podridas de esta sociedad capitalista en descomposición y alimenta la necesidad y aspiración del pueblo a forjar su propio futuro luchando, organizándose y combatiendo al poder de los monopolios para resolver por sí sus propios problemas de vida.