Es las casas de familia de nuestro pueblo y en los lugares de trabajo, se siente el “esto en cualquier momento explota, así ya no se puede vivir” – “la guita cada día rinde menos” – “acá hace falta un cambio” y así podríamos enumerar varias frases, que si bien parecen “hechas” expresan lo profundo del sentir, de que esta vida es cada día menos digna y que por la dignidad tenemos que pelear.
Puntualmente en los centros industriales de la magnitud de las automotrices hemos vivido y visto en estos últimos doce años cómo este sector de la burguesía ha elevado el volumen de producción y con esto la explotación en su máximo esplendor.
Momentos de muchísimas horas extras, donde por conveniencia de las empresas se hizo la vista gorda con el tema del Impuesto a las Ganancias; “discusiones” paritarias vergonzosas; el no ejercicio de la asamblea como máxima expresión de democracia verdadera que tenemos los trabajadores… en fin, avances y retrocesos en la lucha diaria de la clase obrera contra los monopolios. Nos han demostrado en toda la historia que no son para nada bondadosos, que cuanto más tienen más quieren y menos largan; han puesto a los sindicatos como una gerencia más, haciendo de policías y patoteros contra la verdadera organización de los obreros; y cada cosa que dieron nunca fue porque son buenos, sino porque se las hemos arrancado.
Desde el año 2012 a la fecha, empujados por la necesidad de implementar el ajuste y con la ambición y necesidad de producir en países como Argentina, Volkswagen por ejemplo ha tomado iniciativas permanentes en contra de los trabajadores para intentar “disciplinar” y poder así producir en un marco de “paz”. Lo que nosotros queremos destacar, y nos parece lo más importante, es que sus iniciativas son en un marco de defensiva, ellos necesitan producir y quieren tener a la manada tranquila, pero saben que de este lado de la vereda el pueblo cada vez se agota más de la vida que tiene, aspira a tener una mejor (vida) y sabemos que la lucha es el único camino.
Siempre nos han mentido y siempre han obtenido ganancias, hoy vienen a intentar meter miedo con suspensiones, con el retiro voluntario y con la prejubilación pero hacen esto y en forma tan rebuscada porque el miedo lo tienen ellos. Necesitan aumentar la productividad bajando las horas hombre por unidad a 24hs lo que significa que con menos gente quieren producir lo mismo y en un marco de “cuidemos la fuente de trabajo”. Pero ellos también saben que de este lado de la vereda los obreros no comemos vidrio, y que si bien todavía no salto la bronca el horno no está para bollos.
Experiencias como la de los obreros de las autopartistas en la provincia de Córdoba, marcan que el camino a seguir que es la asamblea pegada al puesto, donde la masividad y la democracia directa son las que mandan y donde las mayorías deciden los pasos a seguir. Hoy más que nunca la agenda la tienen que marcar nuestras necesidades y no las de ellos: aumentos salariales más allá de las paritarias truchas, derogación del Impuesto a las Ganancias, nada de despidos y suspensiones, asambleas permanentes en todos los sectores que rompan el aislamiento dentro y fuera de la fábrica.